Un punto en el cual siempre he notado un gran vacío en nuestro sector a la hora de ser comentado o compartido es el proceso de iniciar una mezcla y marcarse un "objetivo" usando un track de referencia.
En mi caso llevo años haciéndolo y lo considero francamente imprescindible, puesto que el 90% de mis clientes quieren sonar a algo que ya esta hecho. Así que no precisamente por gusto, siempre me he visto obligado a intentar dominar el arte de acercarme a una mezcla o track comercial en la medida de lo posible.
Como casi todos sabreis, el gran problema radica en que este tipo de comparación empieza ya de saque de forma muy desleal. Y es que siempre uno se encuentra compitiendo con temas perfectamente mezclados y sobretodo, masterizados.
Obviando el tema de la dinámica y el loudness, para mi el gran kid de la cuestión es que hay que lograr una ecualización global tremendamente extrema en muchos casos si se quiere llegar a conseguir similitudes importantes con el track de referencia, y que difiere bastante de lo que en un principio nuestro oído nos aconsejaría hacer de forma natural.
Yo por ejemplo, siempre tengo insertado un EQ en el mix bus, y cuando tengo algo mínimamente consistente ya mezclado, intento imitar la EQ del tema de referencia, y sigo mezclando y haciendo pequeñas correcciones con esa EQ activa. Luego la omito en el mastering y tomo las decisiones que mas convengan, pero siempre esta ahí de guía durante la mezcla, y por lo general, nunca doy marcha atrás y vuelvo a escuchar el material sin esa guía de ecualización.
Y aquí vendría mi duda: ¿Alguno de vosotr@s tiene algún procedimiento distinto para abordar este tema? ¿Tal vez mezclar y ecualizar cada pista pensando en como debería sonar una vez masterizado el conjunto, aunque a priori no parezca acústicamente muy seductor?
Digo esto entre otras cosas, porque siempre he creído que cuanto menos haya que hacer en la fase del mastering, mejor que mejor...
Espero que mínimamente se me haya entendido! Un saludo a tod@s!!