noxLP escribió:
Es que a mi me parece que no facilita, sino que complica las cosas innecesariamente...
Pongamos por ejemplo a un saxofonista que comienza a tocar el saxo, normalmente el alto, que está en Bb. Cuando lea un C en una partitura el interpretará ese presunto C en su instrumento (que en el caso de los instrumentos de viento suele corresponder a todas las llaves "principales" cerradas) y sonará un Bb. Con el tiempo aprenderá a relacionar las notas en la partitura con las posiciones de llaves correspondientes.
Ahora imagina que ese saxofonista coge un saxo soprano (en Eb) y quiere tocar una obra ya escrita. Si apareciese sin transponer (concert key) tendría que volver a aprender a relacionar todas las posiciones con las notas. Sin embargo, interpretando una partitura transpuesta solo tiene que tocar como ya aprendió a hacerlo.
La presunta dificultad (el hecho de que estén "tocando" en una tonalidad que no es la de la obra) se resuelve cambiando el chip y, p.ej. si la obra está C, la partitura para alto estará escrita como si fuese en D. A la hora de improvisar el músico solo tendrá que pensar que está tocando en D.
De hecho es un clásico en los ensayos.
- Oye en qué estás tocando?
- En C dórico. D dórico para ti ; )
Alliver escribió:
Me voy a tirar a la piscina con lo que digo a continuación porque es una intuición o creencia.
Desde que se "normalizó" el La en 440 Hz como afinación estándar para la música, diría que percibimos incoscientemente ésto como referencia o patrón de tonalidad. Digamos que lo hemos mamado desde niños y es algo cultural y posiblemente arbitrario.
Si alguien afinara el La en 442 lo percibiríamos inconscientemente como más brillante.
Mi profesora de guitarra clásica en el conservatorio, nos recomendaba afinar en 442 para que la guitarra sonara más brillante. Y se notaba claramente. Supongo que el extremo sería el subir medio tono para obtener la afinación brillante.
En realidad es muy distinto.
- Si hablamos de afinar un A a 440 Hz. El siguiente A sería 880 Hz. Sin embargo, si afinamos en 442 Hz, el siguiente A sería 884 Hz. Como puedes ver la diferencia aumenta geométricamente (en una octava la diferencia son 2 Hz y en la siguiente 4 Hz). Podríamos hablar de una afinación más brillante.
- Sin embargo en este caso no se habla de eso. Simplemente se ha aumentado un semitono la sexta cuerda, pero las relaciones entre notas podrían seguir estando como si A=440 Hz o como si A=442 Hz independientemente de esto.
Lo que sí es cierto es que en un instrumento como la guitarra si no ajustas la longitud de tiro ("quintar" se le llama) la relación de afinación variará si cambias de E a F, resultando que las notas más agudas quedarían desafinadas.