Gracias por el enlace. Lo que hace un poco liosa la explicación al comienzo, al menos viniendo de la armonía tradicional europea, es transcribir los intervalos de enlace entre las fundamentales de los acordes con nomenclaturas que tradicionalmente se han reservado a estos.
Por ejemplo, cuando empieza a hablar de los acordes menores, en torno al 22:00, creo que a los que nos han enseñado armonía de manera tradicional hubiéramos escrito, variando lo menos posible su sistema, algo como
m -> 3m -> m
m -> 3M -> m
o el intervalo que queramos. Vamos, aplicar la regla del conservatorio que te podía suponer suspenso automático si no lo hacías...
y que era representar los acordes o los grados de un tono con números romanos y los intervalos con números arábigos.
En todo caso, cualquier encadenamiento de acordes no a todos nos "sugiere" las mismas sensaciones. Entiendo que muchas veces el color de los mismos y su sucesión la tenemos "tipificada" en el coco, porque llevamos a cuestas una mochila con mucha tradición, ya sea de música sinfónica, de la operística, claro antecedente de la cinematográfica, o la música de cine misma, cuyo peso ha aumentado espectacularmente con tan solo un siglo de vida a cuestas, pero aún así, eso es más personal.
Y no podemos olvidar que la figuración del tema, del acompañamiento, su disposición, etc. puede influir mucho en la emoción final que reciba el espectador. Es más, creo que hoy en día es más llamativo aplicar modos o maneras tipificadas para unas situaciones en otras completamente distintas, constituyendo ejemplos, no sé si memorables, pero sí cuando menos notables y que llaman la atención.
Me llama la atención que no encadene acordes mayores con menores, uno de los "trucos" de mucha música de cine, cambiando el modo cuando uno menos se lo espera (o esperaba), aunque igual he perdido algo en la traducción. Aunque he visto que tiene otros videos e igual lo desarrolla luego.
Por cierto, ¡quiero saber la marca del café que toma! Sobre todo para ciertas mañanas...
Saludos
Carrington, coloreando la tarde con arpegiados entre sorbos de café solo