Mikolópez escribió:Bueno, no sé ¿has reflexionado sobre lo que te provoca el hecho de subir al escenario...? ¿No te agrada la audiencia y por eso le das la espalda? A lo mejor es sólo parte de la escena. Conozco propuestas de teatro que ignoran al público para darles la oportunidad de voyerismo, o de alejamiento de algo que pudiera avergonzarles. Otras son todo lo contrario y no quiere decir que conecten más con el público.
Para mí lo que sucede en el escenario es una ceremonia de conexión entre los músicos que se suben a él. Puedes querer que participe el público en mayor o menor medida, pero yo por algo me subo al escenario y ellos por algo vienen a verte. Para mí hay una necesidad de conexión colectiva, sin la que no entendería el porqué del marco escogido. Si no te interesa "la cara que pone" (la opinión que tenga) tu audiencia haz por venderles el disco, pero no te subas a un escenario.
Intentaré ser lo más sincero posible, aún metiéndome en temas personales.
Créeme, aunque he subido al escenario pocas veces, lo he reflexionado muchas. Es un tema que mi terapeuta saca relativamente a menudo, supongo que en un intento de sacar ese rastro de optimismo que debe quedarme en algún sitio y que podría llevarme a esforzarme por volver a tener una vida social más... digamos estable.
En cualquier caso, es curioso que nunca le haya puesto nombre a lo que sentí en esos momentos, nunca me ha resultado fácil verbalizar ese tipo de cosas y simplemente me he referido a ello con adjetivos muy generales, que aún siendo positivos, describen una emoción física y simplista más que sentimientos o razonamientos complejos, como parece que podéis hacer vosotros, y siempre terminan en algo parecido a "eso ya no es para mí"
Reconozco que esa coletilla es poco más que una excusa, pero eso no lo hace mentira. Ahora mismo no es que me guste o no me guste la poca audiencia que pueda tener, eso sería muy específico, simplemente mis experiencias me han llevado a creer que el 98% de la población mundial sin diferencias entre clases o razas es, y quiere seguir siendo, ignorante, ladrona, egoísta, ruin, amoral en general, esclava de sus instintos o cualquier combinación de las anteriores (yo mismo no me salvo de alguno de esos defectos), y por tanto, hago solo lo que creo más correcto en cada momento, no me niego en redondo a que la gente se acerque, pero tampoco hago esfuerzo alguno por ello.
Supongo que eso se transmite a mi forma de hacer música: no niego ni rechazo el subidón de ego que provoca la apreciación de tu música por parte de otras personas, pero tampoco me molesto por alcanzarlo, por vender discos o por dar conciertos, solo saco lo que tengo dentro.
Seguramente es una actitud un tanto contradictoria, porque reconozco y disfruto el subidón de ego y al mismo tiempo digo que no me molesto por alcanzarlo (entonces ¿por qué subo los temas que hago? ), pero eso es lo que hay ahora mismo... o eso creo, siempre existe la posibilidad de que me engañe a mí mismo
En fin, después respondo a otras cosas, saludos.