Estoy bastante desconectado de este hilo. No sé por dónde ha discurrido. Hice un par de aportaciones al principio que fueron castigadas con el látigo de la indiferencia, y eso que eran unos pensamientos de gran calado y oportunidad, pero no parece que circulara el hilo por los cauces académicos que se reclamaban. A esto se une que para mi desgracias que a mi teclado se le está borrando las teclas y pronto habré de escribir por ensayo y error pues mi destreza no es grande.
No hace mucho leí un libro que hablaba sobre Einstein. Me dió la sensación de que este pavo sí que era un filósofo, un hombre que buscaba entender el mundo, buscar los por qués, y como consecuencia de ello situar al hombre en su lugar en el universo. Estoy muy reconfortado al descubrir esa personalidad y esa profundidad de pensamiento. De hecho me ha descubierto un mundo nuevo, más verdadero, con menos pajas mentales, el que tiene que ver con lo que existe y no con lo que es. Simplemente maravilloso.
BUeno, perdonad esta intervención caprichosa. Uno a veces se da homenajes, aunque estoy preparado para recibir los azotazos del látigo de la indiferencia de nuevo. Hoy puedo comprenderlo todo.
Son sabias palabras las tuyas, oh rey Salomón, tus minas dieron grandes riquezas en oro.
El conocimiento me produce placer. Es una sensación nueva para mí. Saber cosas me produce una extraña satisfacción que hasta ahora me había pasado desapercibida. Fruto quizás de esta apresurada vida que nos devora. Me interesa saber lo que pasó en la misma medida que saber por qué paso, lo que fuera o lo que tuviera que pasar. No concibo el origen de las cosas y es un asunto que algún día habrá que solucionar.
Hay dos tipos de cosas que producen admiración en el ser humano: las obras de la naturaleza y sus propias obras; la contemplación de los anillos de Saturno y la Pastoral de Beethoven.
¿Qué es más grande? Hablaba San Agustín de lo bello y lo accesorio. Aristóteles de lo divino, lo humano y lo animal. Al final lo importante es lo permanente frente a lo perecedero.
El universo continúa, lo bello también, lo divino igual. Sólo lo accesorio muere, como el hombre y sus obras. Pero ¿qué sentido tiene la belleza sin alguien que la pueda percibir?. Qué medida existe de lo imperecedero sin un espectador. Todo tiene sentido bajo la mirada del hombre. Sin ella todo pasa a ser distinto. Por eso hay que conocer el universo y su física, su última instancia que nos justifique nuestra existencia.
Saludo desde aquí al universo tiempo-momentum. Es mi gesto de respeto a quien organizó todo esto.
perdon las faltas de ortografia, podian poner un corrector ...
#368
Esto es tan cierto y tan esencial para esta web que salgo de mi silencio y te digo que es la primera vez que te veo dar en el clavo con algo en este hilo, porque tu alusión al amor de ayer, más reductiva y más zafia no podía ser.
El princio es cierto, el final incierto, en ciencia falso: otra de las antinomias aceptadas por toda la comunidad científica dedicada a la filosofía (aunque a alguno esto le suene a contradicción, que será por falta de hábitos), la antinomia Cosmos vs. caos, lo cósmico, lo ordenado, por mucha cábala pitagórica , no existe ni en las nebulosas (como además prueba la astronomía más recientre), en la naturaleza todo, o casi todo, es caótico, desordenado. leed las teorías del caos o , antes incluso, a los presocráticos.
Pero la afirmación del principio, que la mirada, la forma de ver (y también de escuchar) el arte o las cosas (dejémosnos ya tanto de naturaleza, que parecemos naturistas, cosa que yo, al menos ni soy ni pretendo ser) se ven, se comprenden de forma cultural, volvemos a mi anterior antinomia: naturaleza vs. cultura. Esto, que es esencial a la hora de conocer los procesos cognitivos por los que se entiende la experiencia artística, es además una prueba a añadir de otra de mis insistencias en estos foros: sobre gustos es de los que más hay escrito, ocurre que de estética, la rama de la filosofía que se ocupa de esto se ha léido o oído aquí tan poco como de lógica o metafísica, por aludir a otras áreas de la filosofía.
Sigo leyéndoos en silencio.
#369
No te preocupes, se ve que no son por escribir en plan SMS.
Con orden me refiero a que nada sucede como un hecho aislado, sino que todo forma parte de un organismo que es la vida o la naturaleza. Pero es cierto que el significado de "orden" no es mas que una definicion y nunca sera nada mas que eso.
Y 2 o 3,14,16 unos guarismos: si no damos valor a las palabras o a los números seguiremos en la nebulosa gagá, ya me callo.
Es difícil defender el orden del universo frente al pensamiento humano en un hilo que es un canal de filosofía. Quizás debiera reservarme. En cualquier caso voy a dejar plasmada mi posición al respecto de manera sucinta, superficial y breve, con todo lo injusto que es eso para el que escribe y el que lee.
No creo en el caos. Quienes argumentan con la teoría del caos no deben olvidar el carácter provisional que conlleva la palabra teoría. Una teoría es sólo una explicación válida en tanto en cuanto no haya un hecho al que no pueda responder. En esa misma tesitura, por sorprendente que parezca, se encuentra la teoría de la relatividad de Einstein o la teoría del origen de las especies de Darwin.
El hombre, y con él su pensamiento y su obra, pueden ser entendidos como otro resultado más de la naturaleza, del universo. Estrictamente es así. La percepción de nuestra propia existencia es lo que nos sitúa en un punto singular y nos permite enredarnos en nuestras argumentaciones sobre el pensamiento. Lo importante no es el hombre sino el pensamiento. Lo importante no es la obra sino la percepción que tenemos de ella, y si lo importante es la percepción de la belleza, ésta se puede encontrar también en el universo, en las leyes de la física, en los conceptos de eternidad e infinitud, y esa belleza es anterior a la existencia del hombre y del pensamiento. Por lo tanto creo poder demostrar que el ser humano es una consecuencia más del devenir universal, intrínsecamente bella, y de importancia capital para conformar el todo, hasta el último rincón del universo.
Sin ánimo de simplificar creo que la capacidad de percibir la belleza no es un problema de cada individuo, eso sería demasiado egocéntrico. La belleza existe más allá de nuestra percepción, sea ésta más educada o no, sea ésta más desarrollada o no. El primer ser humano que se emocionó observando la Luna no necesitó de ningún aprendizaje. Es inherente a él.
La belleza del universo, de la cual forma parte el hombre, es inamovible. La belleza de la obra del hombre es sólo circunstancial, pero nos alimenta y, en mi opinión, nos entretiene distrayéndonos de lo importante, que no es la comprensión del ser humano ni de su pensamiento, sino la del universo que nos ha creado finalmente y al cuál pertenecemos.
Ojala que lo supieramos todo... no habrian errores, seria todo perfecto... pero somos imperfectos que intentamos descubrir como funciona la perfeccion cuando realmente esa perfeccion no existe...
Hasta en la propia naturaleza hay errores (lo siento Carmelo, pienso que debemos siempre echar un ojo a ella para entendernos mejor)... se solucionan con la evolucion o la extincion...