Mrkeyboard escribió:
Volviendo al tema anterior, otra alternativa: a lo mejor hay alguien a quien se le pueda pagar por hacer esa "traducción". A mi me parece un buen trabajo, un músico que corrija inconveniencias midi y las ponga en un contexto real.
Sí, claro que los hay, de toda la vida. En los grandes estudios hay orquestadores profesionales que conocen el oficio al dedillo y que trabajan sobre la música de un compositor que, o bien no maneja el tema con tanta profundidad o destreza, o no tiene tiempo para abarcar todos los aspectos de una composición. Incluso en música pop, la estrella de turno trae cuatro acordes y una melodía y el productor musical ya se encarga de contratar a la gente que hace que aquello suene a exitazo.
Mrkeyboard escribió:
No digo que no se deban conocer bien los instrumentos, pero como siempre en toda esfera del conocimiento, de seguro quedarán cosas por fuera que no se dominan o no se conocen.
Absolutamente. Como no siempre tenemos el lujo de estudiar junto a un instrumentista, que es como más se aprende, también tenemos las clases o los libros de orquestación, o el análisis de partituras.
Mrkeyboard escribió:
Perder el respeto de un grupo de sinfónicos por eso, pues la verdad, prefiero no ponerle nombre.
Pues el nombre que tiene es la realidad, si te lo digo es porque me ha pasado, me parece que tiene una justificación razonable y asumo mis collejas con humildad, arrepentimiento y propósito de enmienda. Y no sólo sinfónicos: jazzeros, poperos, latinos... que ellos también saben de lo suyo y tienen su criterio.
El compositor desempeña un papel de liderazgo, y al intérprete no le gusta sentir que su talento está siendo desperdiciado por un líder que no ve en él más allá de una librería de sonidos para expresar su propia creatividad.
La realidad es que cuando un intérprete se enfrenta a una partitura bien escrita, con sus dificultades técnicas bien adaptadas al efecto musical que se pretende que produzcan, con sus vueltas de página bien pensadas, con sus descansos, con sus momentos brillantes... ese intérprete se siente de maravilla, en buenas manos, con confianza, y da lo mejor de sí mismo. Y se nota en el resultado.
Es humano, no sé a cuento de qué estáis sacando lo de la pijería y esas cosas, la verdad. Si hay algo en la vida de lo que uno se puede sentir legítimamente orgulloso es del trabajo bien hecho.
Respecto a si las librerías sustituirán o no a los músicos, es un debate que ya se suscitó décadas atrás con la música grabada, así que más o menos ya queda claro y se sabe cómo termina la película. A mí por lo menos no me parece que si sale un software pegaloops de música electro-orquestal para que la gente exprese su creatividad en forma de collage, como ya lo hay para la música electrónica, vaya a suponer más pérdida de puestos laborales de músicos acústicos que las que ya ha habido debido a la industria discográfica. Siempre habrá un reducto de gente que le guste sentir el chute de endorfinas de interpretar o escuchar música en directo, que de todo tiene que haber.