Es un tema complejo que requiere conocer a fondo el funcionamiento de Sibelius, sus potencialidades y sus limitaciones. En ese caso sería igualmente complejo reproducirlo fiel a la notación a mano en cualquier editor de partituras (solo tendría dudas de si LilyPond tiene esa flexibilidad).
No es solo notación sin medida, sino que cada pentagrama tiene un ritmo que no encaja con los alineamientos verticales que parece buscar la escritura a mano.
No se si hay indicaciones de compás, pero en la captura no se ven. En este caso el método de pegar compases puede ser útil, pero suele ser mejor partir de un compás contenedor bastante grande para no tener problemas con las duraciones sobre barras de compás. Un 20/4 por ejemplo.
Entiendo que ciertos posicionamientos horizontales son importantes a pesar de que parece una escritura libre, con efecto improvisatorio y algo impreciso. En el punto donde suenan los acordes y algunos motivos más característicos las cosas deberán ir algo coordinadas. Esto implica un trabajo posicionando horizontalmente las notas. En la versión 8.5 (no recuerdo si antes) se pueden mover las notas horizontalmente mediante Ctrl+Alt+(flecha izquierda o derecha) Esto permite lograr esas posiciones de manera más coherente con la escritura a mano. Los silencios sobrantes hay que ocultarlos.
Así que para poder escribir esto en Sibelius hay que familiarizarse sobre todo con:
1. Borrar indicaciones de compás (contenedor) sin reescribir las notas.
2. Desplazamiento horizontal de las notas mediante Ctrl+Alt+(flecha)
3. Barrados personalizados.
4. Ocultar silencios u otros objetos.
5. Objetos ocultos para mejorar espaciado y hacerlo más natural.
6. Pegar o dividir compases.
7. Personalizar líneas verticales.
De los programas que yo conozco los que mejor se entienden con la escritura libre son
Dorico (Steinberg) y
Capella y en ellos también requiere bastante trabajo de funciones avanzadas.
Los algoritmos de espaciado de notas de los editores de partitura no pueden competir con la flexibilidad de la escritura a mano. En este tipo de partituras me quedo por ejemplo con los trémolos de la misma anchura tan fáciles de hacer a mano y que tanto equilibrio transmiten, que en un editor de partituras resultan desiguales y nerviosos. Habría que trabajar bastante con notación oculta para conseguir ese equilibrio en las anchuras de los trémolos y conseguir una partitura que haga justicia a la escritura a mano. Al final los intérpretes tocamos lo que leemos y el aspecto es crucial. En este caso la escritura a mano transmite una calma y claridad que se pierde con la escritura a máquina. No solo es cuestión de escribir las notas.