Por eso, en la práctica, una bafle medianamente aceptable, salvo excepciones de algunos muy especiales , o tipologías menos frecuentes como los realizados por transductores electroestáticos, se compone de dos vías al menos.
De la correcta elección de los transductores,del diseño y calidad de componentes del filtro y el cableado y del diseño y calidad del mueble de dicho bafle va a depender en gran medida que el sonido percibido de este bafle sea de una calidad o de otra.
Es frecuente (era al menos, hasta que sentirme un indeseable contrario a determinado espíritu me llevara a ahorrarme estas enmiendas), que una y otra vez señalase a la chiquillería entrante en el foro que altavoz es una metonimia, un altavoz es un componte primordial de lo que de forma imprecisa aceptamos como altavoz. Una señora aturdida, el alcalde de un ayuntamiento rupestre en el que estemos tocando en agosto, incluos el cura párroco de dicha localidad si es residente y el escenario en el que se amerizan las fiestas es colindante con la iglesia, es normal que nos espeten a las dos de la mañana un cagüendioro, chiguitos, bajad el sonido de esos altavoces que no se puede descansar, aun cuando la verbena estuviese prevista (groso modo) de 12,30 a 3,30 de la madrugada para mayor salisfación de la gente joven de dicha villa pecuaria.
Pero, por mucho que en ese municipio de la sierra riojana, o en la RAE (1. m. Aparato electroacústico que transforma la corriente eléctrica en sonido) se empeñan en imprecisión, es indiscutible que, salvo en diseños dipolares, los altavoces, así sean de graves, de gravísmos, o de agudos, no andan por ahí sonando salvo en la furgoneta destartalada de algún fuera de la ley.
A tal extremo, la propia Rae acepta el uso apropiado y generalizado de la palabra bafle para referirnos a los recintos acústicos (aunque sean de una vía y de plastiquillo, que será como muchos escuchen), forma habitual de colocar los altavoces, para mayor y mejor difusión del sonido generado y menores inconvenientes.
Incluso en el diccionario de dudas se abunda sobe la palabra bafle:
bafle. Adaptación gráfica de la voz inglesa baffle, ‘dispositivo que facilita la mejor difusión y calidad del sonido de un altavoz’. Con este sentido puede usarse también la expresión pantalla acústica: «Para equilibrar estas deficiencias cada vez es más frecuente el empleo de dos altavoces y de pantallas acústicas o bafles» (Cebrián Información [Esp. 1995]). Por extensión, se usa con frecuencia en el lenguaje corriente para designar el propio altavoz: «Un mueble claro con un tocadiscos y dos bafles en el suelo» (Gándara Distancia [Esp. 1984]). En estos casos es preferible el uso de los términos altavoz [Esp.] y altoparlante, parlante o bocina [Am.], que gozan de mayor tradición en nuestro idioma: «Dejo que la música de Vivaldi salga por los altavoces» (Amestoy Ederra [Esp. 1982]); «El altoparlante anunció que el huracán había cambiado de rumbo» (Donoso Elefantes [Chile 1995]); «Esta vez, por el parlante, llega música folclórica» (Cossa Compadritos [Arg. 1985]); «Las bocinas del tocadiscos tocan Here comes the sun» (MtnCampo Carreteras [Méx. 1976]). No debe usarse en español la grafía inglesa baffle.
Diccionario panhispánico de dudas ©2005
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En otras secciones se contempla la variedad regional parlante (argentina), que es un italianismo aceptado de altoparlante (lo mismo que altavoz en italiano, o haut parleur en francés, o loud speaker en inglés.
Dejamos para otro momento la oportunidad de la traducción acatada gabinete, que en todo caso me parece más conveniente que el de todo punto inaceptable tornamesa.
En nuestra experiencia casi cualquiera que tenga alguna experiencia con cajas acústicas (otra forma culta de referirnos al bafle), ha podido comprobar en qué medida y cuales son los puntos a favor de los diseños de dos vías frente a los de tres o más vías, la idoneidad de usar altavoces de graves de demasiado diámetro para reproducir medios (sobre todo en bales de campo cercano), los ventajas de las soluciones activas frente a las pasivas, en fin, todas esas cosas que dependen tanto de la teoría como de nuestra experiencia si lo que queremos es escuchar.
Creo que era el momento de referirnos a los bales y las vías, ¿no, mis cabroncetes ferroviarios?.