La foto no está mal, no tiene nada particularmente erróneo, la escena no es mala, el lugar tampoco, el encuadre es correcto.
Pero, ¿que le pasa a la foto?, que es anodina, tristona, no llama la atención.
Esa cámara tuvo muchas alabanzas, no hace falta una cámara con objetivos intercambiables para obtener buenas fotos, aunque puede ayudar en algunas disciplinas o temáticas.
Una fotografía es una instantánea y la ven personas saturadas dentro de espacios web en los que hay millones de fotos que van apareciendo cada hora.
Aunque no sea tu principal objetivo llamar la atención de toda la audiencia (eso puede depender de mierdas tales como tus habilidades sociales), parece que te preocupa, al primero a ti, que no emociona, ni siquiera transmite lo que transmitía la escena en el momento del disparo
Y esto es porque la fotografía, como cualquier disciplina, requiere aprendizaje y atención.
El cómo llegar a ello depende de ti, de el tiempo que le dediques o el cómo quieras que sea.
Yo aquí ( en el hilo éste) llevo el tiempo que llevo haciendo fotos, desde principios del 2010; otros han obtenido resultados convincentes mucho antes. La razón por la que traigo a colación esto y alguna otra cosa que traeré ahora es porque mis fotos del principio eran similares a las tuyas ( o a esta, por lo menos): tristonas, parduzcas, poco propicias para atraer la atención.
En mi caso se trataba de una actitud algo kamikaze mía, de hacer lo que me salía de los huevos en cada momento y priorizar mis tiempos, de hacer una crónica un tanto desesperada de mi existencia a través de lo fugaz y lo descriptivo. A lo mejor hay gente a la que hay que explicarle los recursos compositivos, narrativos, expresivos; no a mí, que es lo que he he estudiado ( o una buena parte). En realidad era y es lo que suelo aplicar al arte, ni queriendo ser artista, o no sintíendome artista; y encima en un contexto en el que todo días te cuenta su mierda en sitios como Facebook o cualquier sitio, me dije: bien de ello, ración extra de mi mierda.
Si te sirve de experiencia, como me gusta la tecnología, el cacharreo, me aficioné a la parte técnica, a aprender la destreza, y al año o dos años empezaba a hacer fotografías de mariposas con cierta nitidez. Y seguí, y seguí aprendiendo a editar con el ordenador, y, poco a poco, a componer con cierta rapidez (imprescindible para esa crónica abundante en clave de reportaje, abundante en postales; pero con pretensión de no ser de dominguero) y así, a los tres o cuatro años ya notaba que aquí en el hilo éste de Hispa, ya recibía alguna alabanza y me ganaba cierto reconocimiento con la macrofotografía y el mariposeo.
Otros necesitan mucho menos, hay que te con mayor desparpajo, o más intuitiva o más cara dura, o, simplemente, con otros tiempos y otros presupuestos.
Yo ahora estoy revisando buena parte de mis reportajes (reportaje para mí es una jornada, yo voy a hacer fotos, si voy a los Pirineos lo normal es que me encuentre buenas mariposas, buenos paisajes, algo de arquitectura y puede que algún retrato casual, así que necesito al menos tres objetivos en mi bolsa). En estos reportajes reeditados no voy a poder repetir la toma, y en buena parte de las ocasiones no eran malas las tomas, con recortar un poco y editar mejor puedes levantar mucho una foto.
Hay muchas técnicas para hacerlo, si repitiera todas las que he subido a la web (que deben andar por las catorce mil distintas, ya que tengo algunas comunes en los dos sitios a parte de éste en los que he subido fotos) mi reportaje de mis últimos años mejoraría en interés, pero a tanto ya no llego, no hay tiempo.
Llego a lo que puede llegar alguien como yo en el tiempo en el que he vivido. Igual tú podrás llegar a algo equivalente.
No voy a dar recetas (no pienso dar ninguna en adelante), si acaso te propongo una reflexión a cerca de la óptica, la atmósfera, aclarar en la edición, pero sin hacer perder el aire, aprender.
Ya, si quieres ser artista, artesano o lo que quieras, es cosa tuya y puede que con el tiempo (difícil eso sí con tanta competencia incluidos los retratos de móvil) de tu público.
También en la fotografía uno se puede creer produstor los ves con los casi sesenta años (como yo) con su camarita recién salida al mercado, con cada último objetivo que saca la marca y con su ajuarcito, unos con destreza emulando sus paradigmas al mes de empezar; otros haciendo la misma foto durante años, allá cada cual, somos muchos y, mayoritariamente, faltos de interés.