La compresion tiene muchos usos en muchas fases de la creacion musical (desde limar picos en la grabacion de voces o instrumentos reales hasta ajustar la mezcla completa en la masterizacion con un compresor multibanda). Puedes mejorar un sonido aplicando compresion con conocimiento de causa, pero tambien es muy facil estropear un buen sonido aplicando compresion porque sí, o sin tener un objetivo claro de lo que se intenta mejorar.
La fuente del sonido es casi irrelevante, da igual que venga de un micro o de instrumentos virtuales, habrá momentos en que te valga la pena comprimir y otros que no. Y la cosa se complica por el simple hecho de que estamos tratando con audio que es altamente subjetivo, es decir, a lo mejor yo comprimiría donde otros no lo harían y viceversa. Lamentablemente no hay ningun sustituto "objetivo" para el buen oido, el gusto personal o sobre todo la experiencia... así que repite como un mantra: prueba y error, prueba y error, prueba y error... a mi me funciona