tricky2k escribió:
El camión me costó una guantá con la mano abierta, o fueron más, no me acuerdo. A la semana de regalármelo mis padres, lo desmonté -destrocé- para usar los motores -tenía 2, uno para moverlo y otro para girar las ruedas- y hacer una puta mierda de cosa que llamé tren de madera pero era un mojón que ni iba.
Yo también acababa destrozando los juguetes que tenían motor y tripas eléctricas para hacer mis propios inventos, pero esperaba mas tiempo, a que fuesen un poco viejos, o lo hacía con los que heredaba de mi primo mayor que yo, que ya estaban algo jodidillos.
Imagino el disgusto de tu padre cuando destrozaste el camión todavía nuevo, que le habría costado un buen dinero.
Con motores reciclados de viejos juguetes recuerdo que hice una camioneta de los años 20. Aproveché el chasis y el motor de un viejo coche dirigido con cable, eliminé el cable y puse un portapilas y un interruptor bajo su caja de carga. Hice la camioneta en marquetería, diseñada por mí, con panel delgado de madera. Quedó bastante bien y funcionaba correctamente, aunque si se querían mover las ruedas había quie hacerlo a mano, al haber suprimido el cable y mando con el volante.
Otra vez hice un teleféricocon dos motores eléctricos que tenían una polea en el eje. Los puse contrapuestos encima de una caja que hacía de cabina del teleférico e iba por dos cuerdas que até en dos puntos elevados en mi habitación. Con un motor iba hacia delante y con el otro hacia atrás. Funcionaba, aunque a veces se quedaba atascado. A éste le hice un mando con cable, con un interruptor de encendido/apagado y dos pulsadores de marcha adelate/atrás. La pila (de petaca) iba en el propio mando, que hice también de marquetería.
También hice en marquetería un molino de viento, una noria y otro coche. A éste último, además del motor, le puse un dispositivo sacado de una locomotora eléctrica de juguete que era muy curioso: era un pequeño cilindro metálico cerrado (como una lata de conserva en miniatura) del que salía un tubito también metálico a modo de chimenea. En un lado, el cilindro tenía unos bornes de conexión eléctrica +/- a 4,5 voltios. Cuando se aplicaba tensión, una pequeña resistencia eléctrica interna se calentaba y vaporizaba algún tipo de producto químico que había dentro, comenzando a salir humo (con un olor algo mareante, por cierto) por el tubito/chimenea. No volví a ver nunca mas un dispositivo similar en un juguete. posiblemente terminasen por prohibirlo por los productos químicos utilizados o por riesgo de quemadura para los niños.
En el tren, obviamente, el cacharrillo se utilizaba para el humo de la chimenea, pero en el coche lo utilicé para el humo tubo de escape, a la vez que el cilindro simulaba ser el silenciador, bajo el coche.
Por desgracia no conservo ningún invento de éstos que había construído con mis propias manos, ni tampoco ninguna foto de ellos. Me duraban poco, cuando me cansaba los rompía y hacía otra cosa, hasta que un día rompí el último y no hice mas.