La cara oscura del Moono (Magisterio sonoro y pastiche como forma de conocimiento).
El artista y productor Last Monkey ya nos tiene acostumbrados a los que le seguimos en esta Web Hispasonic, como a algunos que van apreciando su trabajo y su sonido cada vez más prolijo, más experto y quirúrgico en otras paginas de alojamiento musical, a sorprendernos con un magisterio alcanzado a golpe de ímpetu, esmero, detalle y, hasta de terquedad, lo que se ha denominado desde siempre seguir un camino cueste lo que cueste y pese a quien pese.
En otras ocasiones nos había mostrado temas resultones de raíces en la balada romántica italiana, evocaciones de grandes trovadores americanos, todo al servicio de un resultado impactante, de factura enteramente profesional, o de sonoridad equiparable prácticamente con los mejores estudios (salvo limitaciones obvias, pero ligeras en la práctica, de sala o medios de producción). La seña de identidad de Gustavo Gómez, en adelante last Monkey, su seudónimo en Hispasonic y nombre artístico, es su voz dada al lamento, a lo quebrado, a lo oscuro, a aquellas zonas de la belleza más relacionadas con el romanticismo alemán tormentoso, a lo profundo, abisal y sublime.
Temas en los que algunos hemos colaborado poco más que para añadir alguna pincelada; pero que se movían en el terreno estilístico de la balada sentida con acompañamiento de banda de rock o blues añeja. Pocas complejidades, no es hombre de grandes recursos compositivos, le gusta lo que le gusta, practica eso que le gusta y de forma esmerada, casi a modo de banda tributo, sonido escueto en los medios utilizados; pero abundante.
Lleva mostrándonos últimamente un par de temas musicales que son mayoritariamente instrumentales, yo diría que son sonoridad pura, y no es que last Monkey no considere a la voz, los distintos micrófonos y cómo cantarles o los previos, objeto de experimentación o asunto prioritario, vaya si los considera, hasta lo enfermizo, doy fe; no, es que ahora quiere centrarse en la banda, en el sonido de banda.
O sea que este artista es un amante de lo añejo (vintage que escribiría quien no encuentre en nuestro idioma bastante), le gusta el sonido de los 60 y 70, los preamplificadores antiguos, los micros con historia, su estilo y gustos; aunque referidos a una historia reciente, son historicistas, y de un historicismo casi siempre conocedor, erudito.
Este tema de hoy ya rebasa mi paciencia, sí, hasta ese punto, lo de hoy, Cosmonaut, es más que un trabajito de fin de curso con un estilo casi calcado de Pink Floyd (en Dark Side of the Moon, para más señas); es una recreación, seguramente para practicar al nivel altísimo que él ya practica desde hace bastante tiempo los mejores recursos estilísticos y de tratamiento del sonido, en un estilo en el que él se siente cómodo por su veneración al grupo de blues progresivo inglés, a lo Alan Parsons; no le veo , al menos de momento y por un buen tiempo, ejecutando obras del estilo de Frank Gambale.
Sonido Inglés o americano, depende, para según qué, que escribiría y te diría nuestro común amigo Ibon Larruzea; pero yo le veo más brit, le veo que, como los ingleses, ha aprendido de las fuentes, se las ha llevado (literalmente las fuentes, alguna conmutada) a su casa (literalmente su casa) y ha comenzado a trabajar, a experimentar, y, de aprender con denuedo, ha pasado a enseñar o a estar en condiciones de ello. Los ingleses, vale, se lo llevaron todo al British.
Como los ingleses, como muchos artistas ingleses, antes que los orientales, ha practicado y practica el arte de pastiche, de la imitación, de la recreación, es el William Morris de esta comunidad, practica el arts and Crafts de aquí.
Porque tenemos que sacudirnos el prejuicio en contra del pastiche, de la imitación, todo el artes desde los Romanos, si no antes es la imitación, de la naturaleza en la estética clasicista de Vasari, o del paraíso perdido en el siglo XIX, y buscar lo que a uno le gusta, en vez de cortar y pegar, se ha convertido en realidad en un tesoro o una rareza y, cuando ya se es experto, en academia, autoridad y solvencia, convertido en un paraíso perdido.
Hazme caso, Gustavo, que yo ya estoy casi para dar consejos de abuelo, dedícate a producir a artistas, lo vas a hacer mil veces mejor que otros.
Carmelopec
(Carmelo Peciña es historiador del arte y las ideas estéticas y ha trabajado como investigador y musicólogo en la U.A.M).