Puedes estar muy atento al escenario mientras manejas dos faders sin necesidad de mirar para ellos en un tipo de música donde has de cuidar mucho los matices en cada momento.
Con faders virtuales has de mirar para ellos si o si. O te saldrá el dedo del sitio y moverás otra cosa.
Solo por eso los necesitamos.
Otra cosa es que venga muy bien tener también la otra posibilidad para poder moverte por la sala con un control portátil. Sobre todo en los ajustes iniciales.
En el futuro, muchos de los controles físicos de las mesas desaparecerán para las ecualizaciones, por ejemplo. O para efectos. Pero creo que los faders siempre estarán ahí.