De entrada pienso: "sé contestar esta pregunta, pero me da algo de pereza; ya le contestará alguien".
Pero luego pienso: "pero es que si todo el mundo piensa como yo, nadie le va a contestar".
Y al final siempre le acabo contestando.
He identificado al menos cuatro actitudes distintas que se pueden tener respecto a ésto, dependiendo de la calidad de los principios que se tengan.
1- Si uno es un cretino integral, o un antisocial, o un psicópata. Tenderá a contestar algo cuyo objetivo es infringir algún daño o perjuicio en la persona que ha hecho la pregunta.
2-Si uno es un cretino descafeinado, o un egocéntrico, o un antisocial pero que no está en celo o berraco. Tenderá a contestar algo apropiado, pero sólo con el fin de obtener algún beneficio a cambio.
3- Si uno es una persona con principios, pero no lo suficientemente arraigados como para superar su nivel de pereza. No contestará.
4- Si uno tiene unos principios que están por encima de su nivel de pereza. Contestará.