Resulta increíble que los enormes avances en la grabación y reproducción de sonido, hayan llevado a estos extremos.
En la página de la revista "Rolling Stone", hay un artículo muy completo describiendo el problema, y mostrando algunos ejemplos de grabaciones tradicionales y recientes, y hay algunas que simplemente son un insulto al oído (vean en EL SIGUIENTE ENLACE, casi al final de la página, algunas formas de onda de discos conocidos; vean especialmente el de "Artic Monkeys", que es una verdadera grosería; y en contraste, vean la forma de onda de la primera grabación de "With or without you" de U2; ahí es fácil apreciar el contraste entre partes "suaves" y "fuertes" de la melodía, y el escucha podía apreciar estos cambios, que le dan "alma" a una canción; si subes el volumen al grado que todo suena igual, terminas oyendo puro ruido.
Yo había notado este fenómeno al comparar grabaciones de música "clásica" con música más moderna; y los discos de rock y pop que compré en los 80's y 90's definitivamente suenan mejor que los últimos que he comprado. En los primeros todavía se pueden apreciar las sutilizas de la música, identificar instrumentos individuales y cosas por el estilo, mientras que en los nuevos todo se vuelve una cacofonía estridente.
En fin, habrá que atesorar esas grabaciones "viejitas", porque como dicen en el artículo, tal parece que los jóvenes modernos prefieren el "ruido" a la música.