Ruido genérico escribió:
Menudo truñaco
La canción Con Altura, otro truño, y atribuida también a la cantante, tiene al menos 7 compositores: Rosalía, José Álvaro Osorio Balvín, Pablo Díaz-Reixa, Alejandro Ramírez, Frank Dukes, Mariachi Budda y Marcos Duran. Esta versión ocho
https://www.youtube.com/watch?v=3ESGAfp2-nE&ab_channel=AnimalesDeFancro
Necesitar tanto compos
ítor para semejantes temardos, sería sospechoso en otro momento histórico. Mirando los autores de todas las canciones de su discografía, del mismo modo que ocurre con la mayoría de artisteo actual, uno observa que casi todas las canciones tienen al menos tres o cuatro autores.
Lo que nos puede llevar a concluir que Rosalía no es una excepción y no es compositora. Lo cual, en cierto modo, la exonera. Es una cantante con personalidad, que no es poco. Y también podemos concluir que la industria está en el lugar del Parnaso que le corresponde; fuera de él.
Lo que me lleva al que es el tema interesante, al menos para mi, de todo este asunto. Que es la borrachera del marketing en la actualidad; e
ssa gran ciencia del antiarte, la anticultura, la antipolítica, etc., y del antihumanismo; la gran ciencia de la deshumanización. Y esta tremebunda disciplina del averno lo toca todo.
La calidad del producto poco importa ya; artesanía, artesanos y estándares de calidad extintos. Mínimo esfuerzo máximo rendimiento. Con semejante filosofía todas las industrias han subido a este carro ipso facto. Si el marketing dice que es capaz de vender cualquier cosa, para qué gastar en producir un buen producto o en pagar a un buen artesano. Básicamente nuestra sociedad vive bajo el efecto de los charlatanes que venden meaos de burro que prometen curar la ceguera. Y en lugar de colgarlos por los huevos en la plaza, consumimos sus meaos.
Pero es falso que el marketing pueda vender cualquier cosa. Lo cierto es que si todos los productos son mierda, la necesidad de consumo es superior a la capacidad crítica del consumidor. Lo que lleva al consumo masivo de mierda. Lo que lleva a que el marketing sobreviva gracias a una falacia. Lo que lleva a una sociedad de imbecilidad suma y a un futuro aún peor que el presente y que con un poco de suerte no veré.