A raíz de algunos de los últimos hilos, que se pueden haber desviado más o menos, he estado pensando en algo...
Cuando un autor compone algo: una pequeña pieza, una sinfonía, una ópera, una canción..... Después pueden sobrevenir dos tipos de interpretaciones:
a) Las que son, en realidad, reinterpretaciones: libres, que toman como esencia esa composición pero divergen de ella en mil aspectos.
b) Las que son interpretaciones "estrictas" de lo que el autor compuso. Esto se da más en el campo de la música clásica y ópera.
Aún así..... No existen dos versiones de ninguna obra iguales.
Tanto obras con instrumentos solos, como obras de cámara, como sinfónicas, como óperas (en el doble plano orquestal y vocal): no hay dos versiones que sean idénticas.
Por mucho que, a veces, aparezcan grabaciones basadas en las partituras originales, nunca coincidirán dos. Por mil historias distintas.
El caso de los cantantes de ópera es un clarísimo ejemplo: aunque se sigan las indicaciones estrictas de la partitura, nunca suenan igual dos interpretaciones.
¿No es maravilloso?