zoolansky escribió:Del tuyo me quedo con este extracto:
¿Sólo?
dorremifasol escribió:Eso que te pierdes. El idioma no es solo una manera de comunicarse para que otro te entienda, es también una manera de expresarse uno mismo. Forma parte intrínseca de la condición humana, como la música. No expresas igual lo que sientes en un idioma que en otro. Cualquiera que hable aquí más de un idioma creo que me dará la razón. A mi hay cosas que a mi me salen en inglés y en español no tienen ni el mismo sentido ni la misma fuerza, y lo mismo me pasa con el catalán.
Y ya no hablemos de la poesía, rimas y letras de canciones...
Esforzarse por querer entender (ya no digo hablar) otros idiomas es como querer aprender a tocar o componer diferentes estilos musicales.
Carmelopec escribió:Cata y lan: si no supiésemos que viene de Catalonia, usando las reglas de la etimología podríamos pensar:
cata, prefijo de origen griego que sinifica haciabajo, por entero
lan, un sufijo que expresa gentilicío; por tanto hacia abajo por entero de nacimiento..catalán = gibraltareño o de Tarifa.
Si desconsideramos por entero la historia, Lan puede venir de un anglicismo tecnológico, o sea: red local; así catalán sería es que se precipita por las redes, un enredado: no seas catalan, se diría al que está todo el día con las máscaras Mac para que no le roblen la Wi fi o asignando una IP hasta al gato de su casa.
Un ignorante imaginativo también podría pensar en raíces semánticas puramente españolas contemporáneas: cta: el que cata, lan (l´an) una posible catalanismo de el ojete. o sea prueba anos...poco probable.
Español: lo cabal es pensar que es el gentilicio de España; pero nan mente calenturienta puede pensar que signifique ex (de antiguo) y pañol, un compartimento cerrado de la proao popa de los buques, imposible que fuera esto...
Quizás una etimilogía prospectiva y todavía más delirante pudiera formular una hipótesis por la que español sinificase viejo (spain old).
Nos puede ayudar a descifrar, volviendo al engima que se planteaba en el hilo la antigüedad de las primeras palabras en román paladino castellano y en occitano catalán.
Si miramos los últimos análisis históricos sobre las Glosas emilianenses, el primer documento del español, nos sorprende leer en la misma Wikipedia esto:
Las Glosas Emilianenses son pequeñas anotaciones manuscritas, realizadas en varias lenguas: latín, un romance hispánico (bien navarro-aragonés en su variedad riojana, bien castellano1 con elementos riojanos2 ) y euskera medieval, entre líneas o en los márgenes de algunos pasajes del códice latino Aemilianensis 60 a finales del siglo X o con más probabilidad a principios del siglo XI. La intención del monje copista era probablemente la de aclarar el significado de algunos pasajes del texto latino. La importancia filológica de estas glosas, que no fue advertida hasta el siglo XX, se debe a que contenían el que durante un largo periodo se consideró como primer testimonio escrito del que se tenía noticia de un dialecto romance hispánico, es decir, la lengua vernacular hablaba por entonces por el pueblo llano. Las Glosas Emilianenses, en total más de mil de las cuales unas cien están en romance navarro-aragonés en su variedad riojana, contienen además dos de ellas escritas en lengua vasca que constituyen también uno de los primeros testimonios escritos conocidos, no epigráficos, en dicha lengua.
Su nombre se debe a que fueron compuestas en el Monasterio de San Millán de la Cogolla (Millán o Emiliano procede del latín Aemilianus), perteneciente a la Comunidad Autónoma de La Rioja y por aquel entonces parte del Reino de Navarra, situado en la zona donde no se habló castellano hasta siglos después. Su valor se descubrió en 1911, cuando Manuel Gómez Moreno, que estudiaba la arquitectura mozárabe del Monasterio de Suso, transcribió todas las glosas, alrededor de mil, y se las envió a Ramón Menéndez Pidal.
Debido a falta de rigor filológico se le atribuyó inicialmente y de manera errónea el sobrenombre de «cuna del castellano» a San Millán de la Cogolla (y a La Rioja por extensión),3 sin embargo, estas glosas no están escritas en castellano sino en navarro-aragonés4 en su variedad riojana y se han encontrado textos castellanos anteriores. El Instituto Castellano y Leonés de la Lengua (ILCYL),5 dató los Cartularios de Valpuesta junto con la Nodicia de Kesos, como algunos de los registros con rasgos lengua castellana y leonesa más antiguos que se conocen.6 7 8 En noviembre de 2010, la Real Academia Española avaló los cartularios, escritos en «una lengua latina asaltada por una lengua viva», como los primeros documentos en los que aparecen palabras escritas en castellano, anteriores a las Glosas Emilianenses.9
La imagen lateral muestra la página 72 del Códice Emilianense 60 (que se encuentra hoy día en la Biblioteca de la Real Academia de la Historia). En ella puede apreciarse el texto de una homilía en latín a la que el monje copista hizo sus propias anotaciones (glosas) en navarro-aragonés entre líneas y al margen del texto.
Mientras que del Catalán escrito aparecería un poquito antes, por lo que tenemos documentado y, para que la cosa sea equlibrada, recurrimos a la Wiki del mismo modo:
Como en todas las lenguas romances, el cambio del latín vulgar al catalán fue gradual y no es posible determinar en qué momento se inicia su historia. Según Coromines, los cambios más radicales debieron producirse en los siglos VII y VIII, pero es difícil saberlo con precisión porque los textos se escribían exclusivamente en un latín artificioso, ajeno a la lengua de uso. Ya en el siglo IX y sobre todo en los siglos X y XI, aparecen palabras e incluso frases enteras intercaladas en algo que ya se puede denominar catalán, y documentos breves como el juramento feudal de 1028 o los Greuges de Caboet de 1080-1090, totalmente en catalán.28 De la primera mitad del siglo XII data la traducción del Forum Iudicum, un fragmento de la cual se conserva en la biblioteca de la Abadía de Montserrat y que ya presenta características lingüísticas más modernas. Desde 1150 hay ya numerosos documentos escritos y hacia finales del siglo XII aparece el primer texto conocido de carácter literario, las Homilías de Organyà, una colección de sermones. En esta primera etapa, presenta muchas similitudes con las lenguas occitanas, con las que forma un continuo dialectal del que se irá separando con el tiempo hasta formar lenguas claramente diferenciadas, ya en el siglo XIII.
El catalán surge a ambos lados de los Pirineos (condados del Rosellón, Ampurias, Besalú, la Cerdaña, Urgell, Pallars y Ribagorza) y se extendió hacia el sur durante la Reconquista en varias fases: Barcelona y Tarragona, Lérida y Tortosa, el antiguo Reino de Valencia, las Islas Baleares y Alguer.
En cuanto al catalán como lengua extranjera, aunque no es una lengua muy difundida, cuenta con una larga tradición que se remonta a la Edad Media, a causa de la expansión medieval de la Corona aragonesa, y en su momento dejó huella especialmente en la Península itálica y en el vocabulario náutico mediterráneo. Actualmente, se enseña en varias universidades tanto en Europa como en los EE.UU. e Hispanoamérica, así como en numerosos centros catalanes de todo el mundo.
Qué lío, pese a estar en un valle, el de San Millán, perteneciente más adelante y durante siglos a los señores castellanos , a la Corona de Castilla y a de,arcaciones Castellanas, el Valle de San Millán, de fácil acceso desde Májera, durante un tiempo capital del Reino de Navarra,las primeras palabras del español se escriben un román paladino más propio de Navarra y Aragón y ahora resulta que las primeras palabras escritas como glosas a códices latinos en un romance vernáculo de origen occitano (claro, es una continuación geográfica, por cierto, no tan lejana a la Rioja) algo más tempranos que les emilianenses (que encima ya no son los primeros-primeros).
No queda claro siguiendo este silogismo grosero mía que el castellano venga del occitano, ahora que los primeros que glosaron el bajo latín medieval fueron catalanes sí pudiera ser.
Luego, entonces, la lengua oficial en el territorio nacional (lengua ficial, ni hablamos ahora de la fabla o el Maniego) podría ser el Caalán, por lo que creo que, en justcia, el Catalán debería s enseñado con urgencia en todas las esuelas del estado español.
Pero, ¿y el llamado euskera?, aunque sea batúa, si los vascos ( o el conglomerado de etmias cercanas al actual País Vasco, son los únicos peninsulares, seguramente íberos (vid: Caro Baroja, Julio: varias obras) intactos, el vascuence debería recuperarse cuanto antes, siendo una posibilidad bastante plausible de recuperar el íbero, el más arcano y , valga la redundancia, ibérico de nuestra piel de toro.
En cuanto al secesionismo, los verdaderamente antiguos, los auténticamente españoles, sobre todo los vascos, no debieran de separarse de España, deberían invitar al resto que se vayan a una Ex paña bastarda, espero que lo hagan por bien de sorianos, valencianos o gaditanos, tan romanizados primero y luego tan islamcizados, con delicadeza y cariño (por todo estos años de compañíaa no siempre fraternal).
A no ser que los visigodos fueran un elemento integrador que pase a menudo desapercibido.
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