En mi opinión el mercado no se está hundiendo, se está "deflactando", que es distinto. En los ochenta y noventa se infló y se infló de parásitos, porque era un negocio donde se podía hacer mucho dinero rápidamente y además ser "cool". Ahora ya no está tan fácil, y gracias al trabajo de todos esos parásitos, ya no es tan cool pertenecer a la industria, cuya imagen pública ha pasado de ser "lo que mola" a ser vista como una industria de parásitos. Imagen que se ha buscado, además. Un artículo de Courtney Love al respecto:
http://dir.salon.com/story/tech/feature ... index.html
Como en cualquier periodo de deflacción para una industria, eso es malo para sus miembros pero a la larga bueno para el consumidor, porque refina el negocio. La industria está siendo obligada a volver a un tamaño más realista, donde cada empleado aporte más valor al total de la cadena. Digamos que este periodo es malo para los individuos pero bueno para la especie, le quita la grasa que le sobra. Adaptarse o morir. Lo parásitos que quieran estar en lo guay y ganar dinero rápido pasarán a otro negocio (los videojuegos y el cine, que es lo que pega ahora), librando a la música de su lastre, y cargando a otros con su bendita presencia.
Por el camino caerá gente honrada, claro, pero es gente honrada que no puede competir en esta época de vacas flacas que toca vivir. Si no consiguen sobresalir entre la horda de parásitos caerán, de la misma manera que en los deportes hay equipos que descienden de división y otros que ascienden. No es una cuestión de buena persona / mala persona, es cuestión de estar a la altura de la competición. Y ahora es más dura que nunca.
Sí, como sociedad tenemos la industria que nos merecemos, porque la industria no se hace sola. La hacemos nosotros, la pagamos nosotros y la consumimos nosotros. Si Bisbal triunfa y el blues añejo no, será porque a nadie le importa una mierda, o porque el blues antiguo no ha encontrado el envoltorio adecuado. Pero ese es problema de los que venden blues, no de los que venden a Bisbal. Son ellos los que deben adaptarse, encontrar su "nicho ecológico", no Bisbal. ¿Los grandes crean barreras muy altas para los pequeños? Pues claro, para eso son grandes, y se defienden a muerte. Pero eso siempre ha sido así, y en cualquier negocio, no sólo en la música.
En cualquier caso, lo primero que debe hacer la industria es reconciliarse con los productores de la materia prima. Necesita una nueva imagen, una nueva actitud y otra forma de hacer las cosas. O al final tanto descrédito ganado a golpe de abogado y de contrato les hará más daño del que podrán soportar.