#1574
A mí dios, de muy pequeño, en una aprensión fuerte hacia lo barroco y rococó por inmadurez y falta de registros todavía, me parecía un barbas intolerable (lo de intolerante me parece que me lo olía pese a mi inocencia), un personaje soberbio y con un suplemento de omnipotencia inadmisible y cargado de dorados. Ya ves, era rebelde antes de tiempo, la mayoría cuando ya no sirve de nada o de poco, igual eran simples rabietas mías, pudiera ser.
Cristo ñoño y algo hortera; pero lo percibí bastante después.
Si me lo hubieran presentado más de cromados, anodizados y pintura de alta tecnología no como meteoro, a lo preparados americano), igual me hubiera seducido más, l faltaba insolencia, tal como me lo describieron, que era el Concilio Vaticano II.
A mí dios, de muy pequeño, en una aprensión fuerte hacia lo barroco y rococó por inmadurez y falta de registros todavía, me parecía un barbas intolerable (lo de intolerante me parece que me lo olía pese a mi inocencia), un personaje soberbio y con un suplemento de omnipotencia inadmisible y cargado de dorados. Ya ves, era rebelde antes de tiempo, la mayoría cuando ya no sirve de nada o de poco, igual eran simples rabietas mías, pudiera ser.
Cristo ñoño y algo hortera; pero lo percibí bastante después.
Si me lo hubieran presentado más de cromados, anodizados y pintura de alta tecnología no como meteoro, a lo preparados americano), igual me hubiera seducido más, l faltaba insolencia, tal como me lo describieron, que era el Concilio Vaticano II.