Pues eso, tengo un iMac de finales del 2013 y llevaba idea de darle un empujón.
Pensaba cambiar el disco mecánico por un SSD y aumentar la RAM (esto último descartado porque por lo que leí en este modelo va soldada)
Entonces me quedo con lo del SSD, cambiar por un SATA o por un NVMe. No se si merece la pena o es puro pijerio. Implica desmontar prácticamente toooodoo el iMac, mientras que si es solo el disco está “accesible” tras la pantalla. La diferencia de precio es considerable, pero la de rendimiento??
Espero que alguien me pueda iluminar un poco!!
Gracias!!!