El voto a Catalunya sí que es pot vale doble. Sirve para echar a Mas y para echar a Rajoy
“No es que haya manzanas podridas, sino una forma de Gobierno que hace que manden los que no se presentan a las elecciones, se llamen Ferrovial o se llamen las constructoras de los amigos del señor Mas”.
En las próximas elecciones del 27S la candidatura de “
Cataluña sí que es pot” quiere impugnar de raíz la política de Mas y CIU de los últimos años, que contó primero con el apoyo del PP y después de ERC. Mas fue el primer introductor de la política de austeridad y de recortes sociales en el Estado.
Envolviéndose con la bandera y haciendo como que no gobernaba ha hecho una política de privatizaciones y recortes en los servicios públicos comparable a la de Rajoy en el Estado. Todo esto al margen de apoyar al Gobierno del PP en temas como la Reforma Laboral o la Ley que establece el límite de endeudamiento de las Administraciones.
La propuesta de "Catalunya sí que es pot" trata de hacer frente a la situación de emergencia social en que se encuentra gran parte de la ciudadanía catalana como consecuencia de las políticas austericidas de Merkel, Mas y Rajoy. Esto comporta poner a los hombres y a las mujeres de este país como protagonistas de una transformación social que mejore el bienestar de la mayoría.
Se trata de hacer frente a la situación de desigualdad creada mediante un
Plan de Rescate Ciudadano que haga frente a la grave situación que el paro y el trabajo precario han provocado, cómo son los desahucios, la pobreza alimentaria, especialmente la infantil, o la pobreza energética.
Lo que se pretende hacer es una política nacional de verdad, que trate los problemas concretos y urgentes que afectan a quienes componen la realidad nacional de Cataluña, sus ciudadanía, más allá de las viejas políticas de Mas y CDC, políticas que prometen una utopía futura a la vez que malogran la situación real de los ciudadanos.
Es por ello que el programa defiende la
potenciación de los sistemas públicos de salud y educación, priorizando la red pública y poniendo fin a las políticas privatizadoras de los gobiernos de la derecha. A la vez plantea una
lucha contra la corrupción, contra los corruptores y los corruptos, de la que Mas y Convergencia, con los casos “Pujol” y “Palau” como principales ejemplos, han sido los máximos responsables en Cataluña. Ello en paralelo a la
lucha contra el fraude fiscal y el desarrollo de una política fiscal progresiva que permita impulsar la transición hacia un nuevo modelo económico socialmente más justo y ecológicamente sostenible.
Un programa de cambio profundo en Cataluña precisa del establecimiento de sistemas de participación de la ciudadanía que refuerce el proyecto, así como
reconquistar unos medios de comunicación públicos, plurales e independientes, alejados del papel de portavoces de gobierno como han sido hasta ahora TV3 y Catalunya Radio.
Pero es evidente que para conseguir un cambio de políticas es necesario también un
cambio en el marco político e institucional de Cataluña. Este cambio hoy se concreta en un proceso constituyente propio del sujeto político que es Cataluña. Un proyecto propio y no subordinado a otros, que pueda ayudar desde la colaboración fraternal a un proceso constituyente en el conjunto del Estado.
“Cataluña sí que es pot” defiende que Cataluña precisa de un proceso constituyente integral. Donde no pueden subordinarse las aspiraciones nacionales, sociales y democráticas a una u otra. La subordinación a una supuesta prioridad nacional,
la independencia de la que habla Mas y la lista que lo quiere hacer Presidente, es una realidad vacía de contenido que pretende que continúe sumisa al imperio del poder financiero y de los mercados internacionales.
El proceso constituyente que se propone, y que es compatible e incluso positivo que se corresponda con un proceso en el estado, tiene que ser para decidirlo todo, un nuevo modelo institucional, económico y social que establezca no sólo las relaciones con el Estado, sino que fije los intereses de la ciudadanía como intereses prioritarios de una nueva Cataluña, más justa, más libre y más social y democrática.
La Cataluña que se propone no es endogámica y aislada, sino abierta a una relación de igual a igual con el Estado, y con opinión propia sobre el modelo europeo que se desea.
El pueblo de Cataluña debe decidir en un referéndum, convocado con plenas garantías democráticas, y reconocido tanto por el estado como por la comunidad internacional, cuál es su futuro constitutivo. Puede ser un proceso más lento, pero sin duda más real que el de los que proponen una DUI (Declaración Unilateral de Independencia), que sin ningún tipo de garantía sólo será una declaración más, “un brindis al sol” que sólo comportará más frustración y ningún cambio.
Pero no sólo hay que definirse sobre qué Cataluña se quiere y qué relación se establece con el Estado. También tiene que definir claramente qué modelo de Europa se quiere defender. Una Europa más democrática y unida, con soberanías compartidas, sin la dictadura de la Troika, ni del futuro TTIP, que son el modelo europeo que defienden Mas y Rajoy. Se quiere defender una concepción de sociedad democrática, justa, social y ecológicamente responsable exportable a nuestro entorno estatal y europeo.
El 27S en las elecciones al Parlament de Cataluña se enfrentarán dos modelos de Cataluña.
Uno, defendido por la candidatura que quiere hacer a Mas Presidente, pero también por las candidaturas de las derechas españolistas del PP y C’s, la prioridad de las cuales son los poderosos, los mercados financieros-especuladores y la división social y nacional, es decir las opciones de
la Cataluña de las clases privilegiadas.
Y otro, el que defiende
la Cataluña popular, la heredera del “catalanismo popular” que defiende la lucha contra las desigualdades, y la voluntad de ser un solo pueblo con plena cohesión social y nacional: la candidatura de
Cataluña sí que es pot!