Yo ayer me creía, lo digo con toda sinceridad, la cuestión de la independencia. Viendo la torpeza de Rajoy y la determinación de los catalanes.
Pero hay algo que no me encaja en lo que ha pasado todos estos días. Los líderes políticos que alientan al pueblo a reclamar su libertad escondidos en un bunker y no al frente de su gente.
Acabarán perdiendo las calles, se enterarán de que no son suyas, y esto empieza a tener mala pinta.
Los que en el congreso se han despedido del Reino de España, ya demasiadas veces como Pedro y el Lobo, los que esgrimen impresoras ¿Dónde están? ¿Cómo no están con su gente dando ejemplo?
La foto que yo esperaba el 1-0 era la de los colegios electorales rodeados por la policía, milles y miles de ciudadanos haciendo cola para votar y los líderes políticos a la cabeza de esa cola durante todo el día, hablando con la policía y suplicando poder ejercer ese derecho a votar. Eso sí hubiese calado en la opinión pública internacional. Un gobierno de un estado al frente de su pueblo bloqueado por la policía cuando intenta ejercer el derecho a votación aunque sea una votación no reconocida. Lo que vimos fue a todos sin excepción jugando al escondite, al ratón y al gato para luego hacerse una foto encerrados en un bunker y no en un balcón público ante su gente.
Las calles están tomadas por los independentistas, pero empieza a ser evidente que no tienen líderes, que les tratan de manejar como a marionetas y no hay alguien que tire del carro a pie de pista, sudando en las calles al lado de su gente.
Hoy la sesión del parlamento europeo será la clave. Con el apoyo de las extremas derechas a la acción política de partidos como la CUP o ERC es muy difícil conseguir un reconocimiento internacional serio a esto.
Por otro lado he escuchado demandas a los ciudadanos del estado invasor solicitando que se manifiesten en la calles en defensa de los catalanes. No parece muy probable. En ese estado ahora extranjero podemos tener simpatía con los ciudadanos que quieren la independencia. Pero no con las consignas con las que se nos lleva abofeteando años y años. Y desde luego no con sus políticos. Desde este lado de la frontera Puigdemont no es más que un Rajoy con flequillo raro y Junqueras un Rivera algo más fuerte y sin rizos, ahí siempre exhibiendo la perfección moral y democrática.
Los actos marcan las palabras de las personas y no veo en los políticos de la nueva república catalana, en ninguno, la determinación que están mostrando los ciudadanos en sus calles. Ellos quieren conquistar la independencia sentados en el sillón dándoles a me gusta y compartir en facebook.
Veremos si el siglo XXI ya ha llegado a esa capacidad de luchar por la independencia disparando en facebook y sin mover el culo.
#13908
Sí, además hay una tradición de eso.
He oído esta mañana a Alfonso Guerra y casi se me ha atraganta el café...
Los políticos catalanes deberían ser coherentes. Si piden que la gente salga a la calle, ellos deberían estar en primera línea.
No creo que la UE mueva un dedo hasta que empiece a haber muertos. Entonces tanto el Gob.Central como la Gene deberían sentarse en un tribunal.
Espero que mediten mucho lo de la DIU. Con los ánimoa caldeados y la Gene dejando al pueblo en la calle a su suerte, me temo que esta vez el "A por ellos" se convertirá en una carnicería. Mandarán desde Madrid chusma que superará lo visto el domingo. La gente debería empezar a bajar del altar a Puigdemont y organizarse pacíficamente por su cuenta si lo consideran oprtuno.
#13916 Por eso espero que Puigdemont recule.
#13915
Mientras no se deslocalice la Generalitat a Madrid...
Y es que tiene guasa una cosa de las jeraquías éstas catalanas, tan chiripitiflaúticas, las aúpa la burguesía catalana, las defiende el pueblo y ¿quién las sostiene?
Ayer me contaron, no se si será rigurosamente cierto o la proporción, que en en Cataluña no había habido mucho interés en los desenterramientos de la memoria histórica, por miedo a desvelar que los muertos de esa región (entonces región) eran todos murcianos, extremeños y andaluces.
Todos tenemos una papeleta cojonuda por delante, muchos capítulos sin cerrar, y una necesidad urgente de recapitular, hacer acto de contrición y estar dispuestos a una renovación total, ¿por qué no cambiamos el nombre de España por Iberia?, al menos daríamos alas al nuevo estado. Iba a escribir que todo los que se nos viene encima era innecesario; pero, no, era necesario.
La Caixa estará ahí para financiar nuestros sueños.