blkr escribió:
también es uno mismo el que debe procurársela, supongo
Ahí está la clave. Y no se reduce a los conservatorios, sino a cualquier tipo de escuela y a cualquier ámbito de la vida.
Recibir la formación de una escuela y superar sus pruebas de evaluación lo único que te garantiza es un determinado nivel de competencia básica en un campo. Que, ojo, no es poca cosa, es un buen empujón para ponerte en el camino que a la mayor parte de la gente le merece la pena. Pero ni te va a convertir en un genio ni te va a garantizar un trabajo, que parece que es a veces lo que se espera.
El problema son las expectativas desmesuradas, a veces alimentadas por publicidad engañosa, y a veces por una visión personal poco realista de cómo funciona el universo. A quien no tiene autonomía ni iniciativa no hay academia que lo saque de ahí.
No conozco a ningún profesional de éxito que no haya hecho mil cosas mientras estudiaba, además de las requeridas por la escuela, ni que haya dejado de seguir formándose por su cuenta después de conseguir la titulación.
No es el camino para todo el mundo, ni tiene por qué serlo, a muchos simplemente les basta con conseguir un nivel de vida acomodado de acuerdo a sus posibilidades y vivir la vida, con sus pequeños éxitos y sus pequeñas frustraciones.
Lo mismo con la música y la creatividad, hay muchos caminos distintos, que no tienen por qué ser convertirse en compositor. Hay quien disfruta interpretando música que sería incapaz de componer (y eso también exige creatividad para hacerse bien), o improvisando (lo cual a veces no muestra tanta creatividad como se piensa), o analizando, o enseñando y transmitiendo, o escribiendo sobre sus sensaciones al escuchar música...
Mucha de la música que se compone viene a ser una imitación, más o menos conseguida, más o menos consciente, de otras ya existentes. Me parece que identificar exclusivamente la creatividad con la composición puede ser una simplificación muy engañosa.