Mi composición para el concurso Marvin Hamlisch
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Para los interesados : ya está abierta la convocatoria para el Marvin Hamlisch 2018. Se puede rellenar el formulario y hacer el pago, pero hasta mediados de diciembre no envían el corto a los participantes.
Por otro lado, he encontrado este otro concursete: https://www.bifsc.org/ Es nuevo, lo cual me induce a cierta desconfianza, pero el cortometraje a sonorizar me ha gustado mucho, así que yo me he apuntado.
Saludos!
Por otro lado, he encontrado este otro concursete: https://www.bifsc.org/ Es nuevo, lo cual me induce a cierta desconfianza, pero el cortometraje a sonorizar me ha gustado mucho, así que yo me he apuntado.
Saludos!
Aqui, el premio es 50.000 euros:
http://www.juangilsoundtrack.com
Pero tener que pagar 40 euros y que el premio sea 200 me parece ridículo.
Y en el otro pagas 40 dólares y el premio más grande es una tarjeta de sonido y algunas librerías obsoletas.
... Y que conste que yo me he presentado el año anterior a de ADAM, pero eran 30 segundos de música solamente, lo cual te lleva muy poco tiempo de trabajo.
Y al de Zimmer me presenté, y el premio era irte con él a currar a Los Ángeles (si no recuerdo mal).
http://www.juangilsoundtrack.com
Pero tener que pagar 40 euros y que el premio sea 200 me parece ridículo.
Y en el otro pagas 40 dólares y el premio más grande es una tarjeta de sonido y algunas librerías obsoletas.
... Y que conste que yo me he presentado el año anterior a de ADAM, pero eran 30 segundos de música solamente, lo cual te lleva muy poco tiempo de trabajo.
Y al de Zimmer me presenté, y el premio era irte con él a currar a Los Ángeles (si no recuerdo mal).
Hay gente que tiene claro que no quiere participar, y me parece respetable. Y es cierto que en el caso del BIFSC el apartado premios es escueto cuando menos. Pero voy a contar un par de anécdotas, no con la intención de ir de divo ni mucho menos, sino con la sana intención que, aquellos que estén dudosos, PARTICIPEN. Participad. PARTICIPAD, por dios.
Resulta que conozco en persona al ganador del Marvin 2015. Y me contó todo el prestigio internacional que esa victoria le había dado. Todas las puertas que le había abierto. Me habló del viaje a Nueva York para recoger su premio. Me habló también de lo jodidamente alucinante que fue la gala. Muchas cosas. Pero en ningún momento me habló de lo que le costó la inscripción.
Todas estas cosas me las contó en Polonia, país al que ambos viajamos gratis como finalistas de otro concurso, el Transatlantyk. 4 días completamente alucinantes, viaje, alojamiento, comida y bebida gratis (sí, bebida. Casi arruino a la organización). No sólo eso, sino la impagable emoción de que el mismísimo Jan Kaczmarek (con un puto Oscar a la mejor banda sonora), había decidido que estuviéramos ahí, porque consideraba nuestra música la mejor de entre cientos. Y, francamente, no recuerdo cuánto me costó la inscripción.
Por último, y respecto al concurso Juan Gil, comentar que también fui finalista. Reconozco que de pensar en los 50.000 lereles me temblaba la canilla. Y no los gané, no. Pero sabéis qué? Cuando recibí la notificación de que había sido seleccionado finalista, lloré. Simplemente lloré. De pura felicidad. Yo iba en mi coche, casualmente escuchando un CD de uno de los presidentes del jurado de dicho concurso. Y de súbito me topo con que varios de mis putos ídolos (entre los cuáles, por ejemplo, se encontraban Roque Baños y Brouce Broughton). consideraban mi música buena. Lo suficiente como para tenerla encuenta como posible ganador. Y sí, endosarle 50.000 pavos. Tampoco recuerdo cuánto me costó la inscripción.
Toda esta parrafada, que algunos probablemente considerarán presuntuosa, la escribo desde Los Ángeles, California. Aquí das una patada a una piedra, y te salen 200 aspirantes a compositor. 200 tíos que buscan lo mismo que tú. 200 competidores. Cualquier tipo de distinción que te pueda desmarcar del resto es siempre una ventaja. Siempre. Y los concursos internacionales son una de esas cosas.
Moraleja: participad, participad, participad. Cerrar el Hispa y apuntaros. PARTICIPAD. Podéis llegar a vivir cosas alucinantes. Y, en el peor de los casos, siempre seréis mejores compositores que antes de participar. Nunca habéis pagado 40 euros por un curso ó un libro? Yo también. Y más didáctico que mancharse la manos de mierda, no hay nada. Y al final siempre tendréis un nuevo trabajo que añadir a vuestro demo reel. Lo dicho, PARTICIPAD!
Saludos.
Resulta que conozco en persona al ganador del Marvin 2015. Y me contó todo el prestigio internacional que esa victoria le había dado. Todas las puertas que le había abierto. Me habló del viaje a Nueva York para recoger su premio. Me habló también de lo jodidamente alucinante que fue la gala. Muchas cosas. Pero en ningún momento me habló de lo que le costó la inscripción.
Todas estas cosas me las contó en Polonia, país al que ambos viajamos gratis como finalistas de otro concurso, el Transatlantyk. 4 días completamente alucinantes, viaje, alojamiento, comida y bebida gratis (sí, bebida. Casi arruino a la organización). No sólo eso, sino la impagable emoción de que el mismísimo Jan Kaczmarek (con un puto Oscar a la mejor banda sonora), había decidido que estuviéramos ahí, porque consideraba nuestra música la mejor de entre cientos. Y, francamente, no recuerdo cuánto me costó la inscripción.
Por último, y respecto al concurso Juan Gil, comentar que también fui finalista. Reconozco que de pensar en los 50.000 lereles me temblaba la canilla. Y no los gané, no. Pero sabéis qué? Cuando recibí la notificación de que había sido seleccionado finalista, lloré. Simplemente lloré. De pura felicidad. Yo iba en mi coche, casualmente escuchando un CD de uno de los presidentes del jurado de dicho concurso. Y de súbito me topo con que varios de mis putos ídolos (entre los cuáles, por ejemplo, se encontraban Roque Baños y Brouce Broughton). consideraban mi música buena. Lo suficiente como para tenerla encuenta como posible ganador. Y sí, endosarle 50.000 pavos. Tampoco recuerdo cuánto me costó la inscripción.
Toda esta parrafada, que algunos probablemente considerarán presuntuosa, la escribo desde Los Ángeles, California. Aquí das una patada a una piedra, y te salen 200 aspirantes a compositor. 200 tíos que buscan lo mismo que tú. 200 competidores. Cualquier tipo de distinción que te pueda desmarcar del resto es siempre una ventaja. Siempre. Y los concursos internacionales son una de esas cosas.
Moraleja: participad, participad, participad. Cerrar el Hispa y apuntaros. PARTICIPAD. Podéis llegar a vivir cosas alucinantes. Y, en el peor de los casos, siempre seréis mejores compositores que antes de participar. Nunca habéis pagado 40 euros por un curso ó un libro? Yo también. Y más didáctico que mancharse la manos de mierda, no hay nada. Y al final siempre tendréis un nuevo trabajo que añadir a vuestro demo reel. Lo dicho, PARTICIPAD!
Saludos.
davidgc escribió:A ver, los que no os querais presentad no lo hagais pero no vengais aquí a tocar la pera, no?
Creo que este comentario está fuera de lugar.
Fernando, me alegro muchísimo la experiencia que estás viviendo (ya te lo dije el otro día por privado).
Creo que todo esto es una cuestión generacional.
Yo tengo 50 años, llevo trabajando en la música desde los 17 años y en todos estos años he hecho y conocido a muchísima gente.
Mi posición es distinta a la de ustedes, porque no soy un chaval que está empezando.
El comentario que he hecho es que me parecen los premios ridículos en comparación con la repercusión que tienen.
Yo cuando me presento a concursos, lo hago en aquellos en los que el premio es una suma suculenta (que dicho sea de paso, es mucho más difícil de que puedas ganar).
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