Malve escribió:"Borregos", "Ignorantes", "Anormales", etc.
Eso no son insultos Malve.
Son adjetivos que describen una situacion dada.
Por que p,e..yo soy un borrego para muchas cosas,ignoro al completo lo que pasa en el mundo y soy un perfecto anormal que no me gusta lo que a la mayoria le chifla.
¿Te has pintado alguna vez la cara malve
Malve escribió:Aunque no lo hagas abiertamente, de continuo tratas de vender que estás por encima de mí y de la gente a la que nos gusta el fútbol sin hacer ni el más mínimo juicio de valores adicional, y por ahí no paso.
No Malve..por que sois mayoria.
Aqui las victimas somos los que tenemos que soportar todas las horteradas que rodean al futbol.
Muchos te han contado experiencias personales.
No aplastemos a las minorias.
Malve escribió:Ya vale, hombre. ¿Qué sabrás tú de mí para saber lo que yo alcanzo a comprender?
Alcanzo a comprender que tu no comprender mi por que mi no gustar futbol.
Malve escribió:Vale cuando lo que se vende es que el fútbol es el principio y el fin de todos los problemas de la sociedad, y ese razonamiento a mí me parece tan obtuso y limitado como lo que algunos vendéis aquí.
No vendemos nada Malve.
Nos reunimos gente que nos da asquito el futbol.
Malve escribió:Y, no es por nada, pero habláis poco de la podredumbre del fútbol, os lo aseguro, porque hay decenas de cosas denunciables y nunca habláis de ellas. Todavía estuvimos hablando hace unas semanas en el hilo de fútbol de un programa de televisión buenísimo sobre la podredumbre en el fútbol, y casualmente aquí no os hicisteis eco.
Se estan poniendo enlaces a noticias relacionada con eso.
Yo he charlado sobre el"subnormal" de Iniesta y sobre el tema de los periodistas comprados por iberdrola.
Pero no me rebatis..solo me decis que todo esta podrido y que el futbol solo refleja lo que ya hay.
Malve escribió:No, hombre, el pastor eres tú, que nos iluminas el camino a los "cortitos".
Gibran escribió:Me preguntas cómo me convertí en un loco. Ocurrió de éste modo: Un día, mucho tiempo antes
de que muchos dioses nacieran, desperté de un sueño profundo y observé que habían robado
mis máscaras. Las siete máscaras que moldeé y lucí a lo largo de siete vidas.
Corrí con la cara descubierta por las calles abarrotadas, gritando: “¡Ladrones, ladrones,
malditos ladrones!”. Hombres y mujeres se reían de mí. Algunos corrían a sus casas, asustados
por mi causa. Cuando llegué al mercado, un joven se puso a gritar desde el tejado: “¡Es un
loco!”. Miré hacia arriba para contemplarle; el sol besó mi propia cara desnuda por primera vez.
Por vez primera el sol besó mi propia cara desnuda y mi alma fue inflamada por el amor al sol,
y ya nunca más quise mis máscaras. Y, como si estuviera en trance, grité: “¡Benditos, benditos
sean los ladrones que robaron mis máscaras!”. Así me convertí en un loco.
Y he encontrado libertad y seguridad en mi locura; la libertad de la soledad y la seguridad de
ser entendido, ya que quienes nos entienden se hacen algo esclavos nuestros.
Pero permita que no esté demasiado orgulloso de mi seguridad. Incluso un ladrón en una
cárcel está a salvo de otro ladrón.