Yo he tenido viajes en los que salía uno del vagón y entraba otro, hasta tres seguidos, vamos que vas leyendo tan tranquilo y te joden, o vas con tus cascos y te joden, o vas charlando y te joden porque hay veces que no se puede ni hablar del volumen que llevan en esos amplis de mierda.
De toda la vida de Dios se ha tocado en el metro, pero en los andenes y pasillos, pero estos hijos de su madre se meten en el puto vagón, es de verguenza. Este tipo de cosas son las que hay que hacer desaparecer.