En la era de los mensajes positivistas ( "porque tu lo vales"), y la sonrisa (profiden) perfecta, no podía faltar la culminación:
Si, él , Bob Esponja, o cómo los niños aprenden a ser unos sumisos empleados, explotados en un trabajo mal remunerado y sin perder la sonrisa:
Bob Esponja es un trabajador indefenso, vamos el proletariado. Trabaja de cocinero en una hamburguesería, de forma precaria, mal pagado, tratado con desprecio y desconsideración por su jefe. Situación que él acepta - incluso le gusta ser explotado-. No piensa, no discute. No tiene derechos laborales. Es lo que hay.
Su jefe, el Sr. Cangrejo, es el amo del restaurante: el empresario despótico, amante del dinero, el Díaz Ferrán de los fondos marinos. Maltrata a sus trabajadores, los humilla, y sólo tiene un interés, un objetivo, ganar dinero, cueste lo que cueste y le cueste a quién le cueste. Es la figura del capitalismo salvaje, de la codicia, del desprecio al obrero.
Patricio es una estrella, el amigo de Bob: es bobo, tonto, corto, es un marginado por el sistema, un ni ni cualquiera sin futuro. No tiene estudios, no tiene trabajo, no produce, y por tanto no aporta valor. Es el que vive en la casa más modesta, más humilde. Representa a los más desfavorecidos, a los que no sirven, a los que están fuera del sistema...
Nada escapa a la ideología. Bob Esponja es la metáfora del pensamiento dominante, es su manifestación simbólica. La imaginación evasiva. Todo depende del color del cristal con el que se mira. El adoctrinamiento comienza en las cosa más sutiles, con mensajes simples, pero que a base de repetirlos se convierten en dogmas, en verdades absolutas. Desgraciadamente los valores de Bob Esponja son los valores que alumbra el futuro del hoy.
Fuente: http://xavierblanco.blogspot.com.es/2011/02/27-bob-esponja-y-el-capitalismo.html
Si, él , Bob Esponja, o cómo los niños aprenden a ser unos sumisos empleados, explotados en un trabajo mal remunerado y sin perder la sonrisa:
Bob Esponja es un trabajador indefenso, vamos el proletariado. Trabaja de cocinero en una hamburguesería, de forma precaria, mal pagado, tratado con desprecio y desconsideración por su jefe. Situación que él acepta - incluso le gusta ser explotado-. No piensa, no discute. No tiene derechos laborales. Es lo que hay.
Su jefe, el Sr. Cangrejo, es el amo del restaurante: el empresario despótico, amante del dinero, el Díaz Ferrán de los fondos marinos. Maltrata a sus trabajadores, los humilla, y sólo tiene un interés, un objetivo, ganar dinero, cueste lo que cueste y le cueste a quién le cueste. Es la figura del capitalismo salvaje, de la codicia, del desprecio al obrero.
Patricio es una estrella, el amigo de Bob: es bobo, tonto, corto, es un marginado por el sistema, un ni ni cualquiera sin futuro. No tiene estudios, no tiene trabajo, no produce, y por tanto no aporta valor. Es el que vive en la casa más modesta, más humilde. Representa a los más desfavorecidos, a los que no sirven, a los que están fuera del sistema...
Nada escapa a la ideología. Bob Esponja es la metáfora del pensamiento dominante, es su manifestación simbólica. La imaginación evasiva. Todo depende del color del cristal con el que se mira. El adoctrinamiento comienza en las cosa más sutiles, con mensajes simples, pero que a base de repetirlos se convierten en dogmas, en verdades absolutas. Desgraciadamente los valores de Bob Esponja son los valores que alumbra el futuro del hoy.
Fuente: http://xavierblanco.blogspot.com.es/2011/02/27-bob-esponja-y-el-capitalismo.html