#1859 Jajaja, sí, al final quedó un poco en plan ninja.
Primero llegué allí con noche cerrada y pensando que eso de "kilómetro 3,200" y "Las Machotas" era dirección suficiente, sin encomendarme a Dios ni al Diablo ni pedir más indicaciones a nadie. Pero nones, allí no había más que un camino de tierra lleno de pedruscos y baches con una indicación a una cantera. Noche cerrada. Luna nueva. Paro el coche y salgo a ver si escucho los retumbantes ecos de la sin par bacanal hispasónica y me oriento auditivamente, y allí no se oye más que a los grillos. ¿Me he equivocado de kilómetro? ¿De carretera? ¿De provincia?
Menos mal que Gustavo puso su número de teléfono en el PDF y, aunque al final no fue a la quedada, fue tan amable de atender mi llamada a las 11 de la noche y darme indicaciones para adentrarme en la jungla zarzalejeña. ¡Te debo una birra en la próxima, tío! Tras dos llamadas a Gustavo, una a Fankel, pasarme, volver, volver a pasarme y vamos allá otra vez (la suspensión de mi coche todavía no me habla) conseguí encontrar un portón cerrado sin indicación alguna, pero que parecía no tener candado, lo abrí y entré. Seguía negro como boca de lobo y me envolvía un silencio sepulcral.
Así que allí me planté, en la fiesta me colé y me encontré a las hordas hispasónicas en plácida sobremesa con una cara de satisfacción y buen rollo que alegraba el alma. ¡Así no se escuchaba nada, se estaban poniendo como "el tenazas", cogiendo fuerzas para lo que iba a acontecer después!
El sitio tenía una pinta genial, aunque sólo lo vi de noche, y la compañía inmejorable. Allí nos pusimos manos a la obra, empezando por unos toquecillos por "escurialinas" liderados por Fernando, siguiendo por algo de "free" y culminando en "grandes clásicos del pop". Lo de Sabas "Karaoke" Ávila es para caerse de culo, ¡vaya repertorio que tiene el colega! El solo de guitarra de "Sultans of Swing" en el teclado fue épico.
Al final se hicieron las dos y yo tenía que levantarme a las ocho menos cuarto. Bastante gente se retiró, empezó otra ronda de "free" y yo me apunté a la espantada con un "hasta otra, gente" que debió perderse entre un par de riffs funkarras. Tampoco quería cortar el swing del momento con una despedida más ceremoniosa, pero veo que me quedé corto.
En fin, fueron tres horitas muy cortas, pero muy disfrutadas. ¡Gracias por todo y hasta la próxima!
Primero llegué allí con noche cerrada y pensando que eso de "kilómetro 3,200" y "Las Machotas" era dirección suficiente, sin encomendarme a Dios ni al Diablo ni pedir más indicaciones a nadie. Pero nones, allí no había más que un camino de tierra lleno de pedruscos y baches con una indicación a una cantera. Noche cerrada. Luna nueva. Paro el coche y salgo a ver si escucho los retumbantes ecos de la sin par bacanal hispasónica y me oriento auditivamente, y allí no se oye más que a los grillos. ¿Me he equivocado de kilómetro? ¿De carretera? ¿De provincia?
Menos mal que Gustavo puso su número de teléfono en el PDF y, aunque al final no fue a la quedada, fue tan amable de atender mi llamada a las 11 de la noche y darme indicaciones para adentrarme en la jungla zarzalejeña. ¡Te debo una birra en la próxima, tío! Tras dos llamadas a Gustavo, una a Fankel, pasarme, volver, volver a pasarme y vamos allá otra vez (la suspensión de mi coche todavía no me habla) conseguí encontrar un portón cerrado sin indicación alguna, pero que parecía no tener candado, lo abrí y entré. Seguía negro como boca de lobo y me envolvía un silencio sepulcral.
Así que allí me planté, en la fiesta me colé y me encontré a las hordas hispasónicas en plácida sobremesa con una cara de satisfacción y buen rollo que alegraba el alma. ¡Así no se escuchaba nada, se estaban poniendo como "el tenazas", cogiendo fuerzas para lo que iba a acontecer después!
El sitio tenía una pinta genial, aunque sólo lo vi de noche, y la compañía inmejorable. Allí nos pusimos manos a la obra, empezando por unos toquecillos por "escurialinas" liderados por Fernando, siguiendo por algo de "free" y culminando en "grandes clásicos del pop". Lo de Sabas "Karaoke" Ávila es para caerse de culo, ¡vaya repertorio que tiene el colega! El solo de guitarra de "Sultans of Swing" en el teclado fue épico.
Al final se hicieron las dos y yo tenía que levantarme a las ocho menos cuarto. Bastante gente se retiró, empezó otra ronda de "free" y yo me apunté a la espantada con un "hasta otra, gente" que debió perderse entre un par de riffs funkarras. Tampoco quería cortar el swing del momento con una despedida más ceremoniosa, pero veo que me quedé corto.
En fin, fueron tres horitas muy cortas, pero muy disfrutadas. ¡Gracias por todo y hasta la próxima!