Marqués de Rabotieso escribió:
Y no te jueges un owned, que Dreamtopía ya se llevó uno exactamente idéntico con otra entrevista de J.A. (no recuerdo exactamente con qué tema).
Por alusiones... ¡¡serás embustero!!
Si mal no recuerdo, al igual que haces ahora en este hilo afirmabas en otro (ahora no recuerdo en cual) que J.A. había dicho algo. Yo te respondí que me extrañaba muchísimo que hubiera dicho algo parecido jugándome un OWNED si me lo probabas con unas declaraciones literales. Todavía estoy esperando ese vídeo o ese link con esas declaraciones de Don Julio. Así que como múcho, owned interruptus...
Respecto a esto:
Marqués de Rabotieso escribió:
De mil amores te pasaría un link para que lo compruebes pero he escuchado tantas cosas suyas últimamente que ya no tengo ni puta idea de en qué momento y entrevista habla de lo de ser de íntegramente de izquierdas.
Creo que te refieres a la entrevista que le hizo Jordi Évole en "Salvados". Anguita muchas veces ha intentado explicar con un lenguaje más o menos llano un tema respecto al cual siempre ha existido una mala interpretación por parte de mucha gente: el concepto de propiedad privada marxista. Muchas veces por desconocimiento, otras veces con la intención de manipular se ha afirmado que los marxistas, comunistas, socialistas para ser consecuentes, y ya que están en contra de la propiedad privada, deberían renunciar a sus propiedades privadas...
Pero el caso es que Marx distingue dos tipos de propiedad privada:
- La propiedad privada de los medios de producción
- La propiedad privada de bienes de consumo adquiridos mediante el salario del trabajador.
Recomiendo este artículo para entender la diferencia entre uno y otro concepto:
http://elfarodelacolina.blogspot.com.es/2012/03/la-propiedad-privada-y-la-bicicleta-de.html
"La propiedad privada y la bicicleta de Alberto Garzón"
"Y es que el hablar por hablar de aquellos hinchas de la caverna mediática les permite afirmar, sin ningún reparo, que alguien de IU no debería de reivindicar la propiedad privada[2]. Es decir,
según esos finos analistas políticos, la gente de izquierdas no cree en la propiedad privada por lo que no tiene derecho a poseer bienes como por ejemplo una bicicleta. Este tópico, interesadamente extendido en la sabiduría convencional, distorsiona totalmente los principios del marxismo,
reduciéndolo a una extraña ideología de individuos que deciden vivir alejados de cualquier posesión; así, cuando alguien afirma ser marxista, ha de enfrentarse al típico reproche de no vivir según aquel falso estereotipo, pues según aquella lógica lo coherente es que todo marxista renuncie a sus propiedades y las reparta con los demás.
Nada más lejos de la realidad: una de las premisas del marxismo es que la propiedad privada amasada por el esfuerzo y el trabajo propio es completamente legitima. Lo que el marxismo rechaza es la propiedad privada de los medios de producción[3]. Cuando hoy en día hay movimientos sociales que denuncian que el 1% de la población controle el 99% de las riquezas, realmente está tocando de lleno el asunto de la propiedad de los medios de producción. Como se mencionó anteriormente, toda persona tiene derecho a la propiedad bien adquirida, fruto del trabajo personal, del esfuerzo humano. Esa propiedad puede ser una casa, un ordenador portátil o una bicicleta. En el esquema actual capitalista, el natural esfuerzo del asalariado por adquirir propiedades básicas lo conduce a una progresiva descapitalización, al verse obligado a financiarse a través de la explotación de su trabajo y, normalmente, el endeudamiento con la banca. Esto se comprueba fácilmente al observar cómo la polarización de las rentas es cada vez más extrema, lo que aumenta ostensiblemente la brecha entre ricos y pobres, trabajadores y grandes empresarios. Dicho de otro modo, el capitalismo, a pesar de fomentar el consumo -consumismo- como uno de los motores de la economía, tiende a negar la propiedad privada a las clases más débiles debido a la tendencia de reducir su capacidad adquisitiva, ya sea en sueldos, duración de los productos de consumo, etc.
"Por tanto,
Alberto Garzón está ideológicamente legitimado a poseer una bicicleta, un apartamento o un coche. No se le puede reprochar en absoluto, porque se lo ha costeado con su esfuerzo personal. Nada de extraños y lujosos regalos que, como el caso de políticos de otra casta en estas tierras, no sepa explicar su procedencia. Se trata de una simple bicicleta a partir de la cual un grupo de hinchas del equipo de los banqueros y grandes empresarios han querido hacer gala de supina ignorancia. Fuese un triste ladrón o algún envidioso con ganas de incordiar a una joven promesa de la política, el anónimo nuevo dueño de la bicicleta nos ha dado la oportunidad de volver a medir el nivel de ciertos voceros de la caverna mediática española. En palabras del propio Garzón: "Lo de la bicicleta está dando mucho de sí. ¡Anda que cuando se enteren de que apoyamos la nacionalización de grandes empresas!"."