Luis Hernández escribió:Es decir, soy yo mismo: pistolilla (que es un apodo de uno de mis perros) pero ahora con mi nombre completo....
Menos mal, me estaba mosqueando con tanta "desaparición"... Rebienvenido, pues!
Las críticas a la melodía no son gratuitas, Luis. A mí me consta lo difícil que es generar materiales específicos de una asignatura (no así los más generales) por lo que muchas veces nos vemos obligados a crear nuestros propios ejemplos/ejercicios. En cualquier caso el material de un profesor está (o debería) en constante revisión y es, como suele decirse, es de sabios rectificar aquellos de los que no se saca provecho o no se ajustan al nivel (por exceso o por defecto).
Por otro lado hay cada vez más propuestas pedagógicas que insisten en que los ejemplos de "lo que está mal" debe usarse con extremo cuidado ya que en épocas tempranas del aprendizaje el alumno no tiene una visión global que le ayude a discriminar con suficiente claridad la bondad o la torpeza de ciertas prácticas, por lo que en el futuro podría tomar por bueno lo que sólo fue un ejemplo de lo malo (más tratándose de arte) por el mero hecho de hallarse en su memoria.
Este no parece el ejemplo de lo malo, pero tiene una intrincada solución y nada satisfactoria. Mi sugerencia es que trabajes la rearmonización de pasajes reales.
Bill Evans, nos contó Chuck Israels en un workshop de jazz, jugaba a menudo a buscar acordes a cual más extraño en armonizaciones de melodías sencillas. Yo te sugería algo así más arriba, porque creo sinceramente que es más valioso saber las posibilidades de "noche de paz" o "cumpleaños feliz", como lo que alguna vez leí: "no imites a tus maestros, busca lo que ellos buscaron".