Para los que os suene a chino, resumiendo consiste en la tendencia a producir los tracks cada vez a mayor volumen, de manera que no sólo se ajusta el volumen para que rocen los 0 dBFS, sino que además se comprimen todo lo posible (incluso generando niveles de distorsión apreciables) para reducir el rango dinámico al máximo y sacar otro par de dB extra.
La reducción del rango dinámico más allá de unos niveles aceptables produce fatiga auditiva ya que los sonidos quedan excesivamente igualados entre sí, dando la sensación de monotonía, pérdida de impacto de los bombos, etc. En definitva la música suena "más alto" pero al mismo tiempo con peor calidad.
La causa de esta guerra de volumen es sencilla: el ser humano tiene un sesgo de percepción de manera que al comparar dos sonidos iguales pero con diferente volumen, interpretamos que el que suena más alto, suena mejor. Pero es un sesgo, la realidad es que no suena mejor, simplemente suena más alto.
Por tanto, si un productor decide sacar al mercado un track con mayor rango dinámico, los posibles compradores, al compararlo con otros tracks similares más comprimidos, interpretarán que "suena flojo" y probablemente lo descartarán.
Pero desde hace unos años existe una corriente entre los ingenieros de mastering y algunos productores que va en contra de esta guerra del volumen, y que tratan de convencer al resto de la comunidad para que masterice los tracks dejando un mayor rango dinámico.
Pues bien, de poco sirve que intenten convencer a los demás productores e ingenieros si los DJs, que son los que hacen llegar la música al público, en primer lugar desconocen estos conceptos técnicos; y en segundo lugar insisten en destrozar los oídos de los oyentes con niveles de presión sonora demenciales.
Antes de nada, los DJs deberían conocer el concepto de "unity gain" (ganancia unitaria) y a partir de ahí, regular el volumen de reproducción tanto en ganancias de canal como en salida de master de manera que se deje un "headroom" suficiente para que dos tracks con rangos dinámicos dispares puedan ser mezclados sin que se produzca un cambio en la percepción del volumen.
Me explico:
Si el track A tiene un rando dinámico de 3-4 dB (una barbaridad habitual en música electrónica actualmente) y el track B tiene un rango dinámico de 8-9 dB, para mezclarlos sin que se note una caída en el volumen al pasar del track A al track B hay que darle más ganancia a este último, unos 3 ó 4 dB. Pero si resulta que la salida de máster estaba clipando (o casi cliplando) cuando se reproducía el track A, al subir la ganancia del track B se producirá un clipeo mucho mayor.
Por tanto la forma correcta de pinchar sería dejando un margen de como mínimo unos 3-4 dB por debajo de 0 dBFS en el master. para que en caso de mezclar un tema con mayor rango dinámico, podamos subir la ganancia sin que dicho tema haga clipping.
Esto es resumiendo claro, porque la cosa es un poco más compleja, ya que el clipeo puede venir no en la mesa de mezclas sino en el DSP o en los elementos analógicos del equipo de sonido en función de cómo esté configurado por el técnico correspondiente.
Podríamos hablar también de la necesidad de entender el nuevo sistema de medición de volumen, los LUFS y tal, pero no quiero entrar por ahora en más tecnicismos.
En definitiva: Señores DJs, pinchen dejando margen en el master, y señores ingenieros y productores, empiecen a sacar tracks con mayor rango dinámico. Nuestros oídos, y la escena en general, lo agradecerán.