Emilio escribió:
debe pagar su deuda con la justicia
Aquí hay dos posibles lecturas sobre qué justicia.
- ¿La justicia divina? Quizás alguna justicia universal que nos ha sido dada y que los hombres debemos acatar porque nos ha sido dada por el Hacedor. En este caso, pues sí, hay que pagar las deudas con esta justicia. Ha sido condenado a cárcel, y tiene que cumplir la pena.
- ¿La justicia humana? Es esta la justicia que nos hemos dado las personas para una convivencia pacífica en lo posible. Esta justicia es un código escrito por los hombres (en el sentido universal de la palabra, ahorradme eso de "hombres y mujeres y lo demás") en base a una moral común, fruto del desarrollo de la humanidad, que en tiempos pasados tuvo unos referentes y conforme ha pasado el tiempo los ha cambiado. En este caso, un juez ha dictaminado que sí, que debe pagar su deuda con la justicia. Pero este juez no es el Hacedor del anterior caso, y este veredicto puede recurrirse. Y si la fiscalía (figura jurídica que representa al pueblo en el tribunal, de hecho es conocido como "Ministerio Público) ha considerado respaldar la petición del condenado de que se le suspenda la pena, sigue siendo justicia si no entra en prisión.
En cualquier caso, creo que la gente se ha hecho una idea de los hechos sin tener ni idea de lo que realmente ocurrió. Faltan muchos detalles por conocerse (por la gente, se entiende) como para tomar partido. Extraño es que la fiscalía pidió dos años y medio en su momento (por encima de dos años no hay suspensión de la pena) cerrando la puerta a la suspensión y ahora se apunta a la misma. El juez, para colmo, lo dejó en dos años, abriendo la puerta a la suspensión. Sin embargo, todos aplauden al fiscal y denigran al juez.
Es lo que tiene conocer las cosas a medias. Y así, sin tener ni puta idea de las cosas, salen en masa a defender a una fulana que tuvo secuestrados a sus hijos, como se suben al carro puesto en marcha por Vox para que dejen libre a un tío que se cepilló a otro para recuperar un bolso. Cosas tenedes, Cid, que farán fablar las piedras.