El ojete, ese amigo irascible.
la vida artística de mi hija es desagradecida pero ascendente; ella quiere mandar en su vida, hace bien; pero aquí tengo 10 temas a 24 pistas de un directo que ya veremos cuándo les meto mano.
Ella, media de nueve antes de selectividad, en la línea de la familia; ya veremos,.
Ese hilo, igual me lo guardo o lo suelto de a poquititos.
Lo que sí te puedo decir es que ella ha pasado de que le sugieran (que no había más) lo que tiene que hacer; ni Warner, ni el correcaminos; la niña es más de pájaro loco.
El, que, a pesar de perder el tiempo en discusiones estériles, sigue adelante en dos direciiones que suponen retomar su antigua dedicación profesional a la música; pero corregidas y aumentadas es el que suscribe.
Gracias por el interés.
#797 muy raro pero los hijos de productores casi nunca resultan músicos, yo tengo un caso muy cercano donde jóvenes con todo lo necesario para hacerse una carrera en la música con un estudio en forma y equipo que hasta yo quisiera, estudian carreras muy normales y fuera completamente del negocio, date de santos que por lo menos una de tus hijas jovencitas resulto músico.
Es que yo, en esto de la oroducción no soy un Paco Loco, ni he empezado tan pronto comi un Antonio Escobar, me he dedicafo a otras cosas dentro de la industria discográfica, y cuanda empezaron a replegarse Warner music o a reducirse Universal, decidí centrarme en lo que siempre me había dado de comer más. Cuando cerramos me he tirado casi vinco años medio retirado, más caso otros cuatro años citados antes, es graciad a Hispasonic y la precariedad de los trabajos de toda la vida por lo que he decudido emprendee esta aventura que había dejado a medio empezar hace bastantes años (espero encontrar alguna clientela aquí, aunque la verdad, la estoy buscando en directos y por otros medios).
Siempre he sido músico, y por casa han pasdo pianistas y otros músicos de talla, hasta que mi hija no decidió su ahora, ni perdí un minuto en animarla a meterse.
La informática y la música ya no se pueden separar, especialemente en la música electrónica donde los djproductores o lo productoresdj o los pinchaproductoresdj o los dj que producen pinchadiscos o pinchatrozos, ratonean con el Live y juegan al tetrics con sus clips de colores facturando bases de mierda juntando pegotes de librerías para cantantes "divas" que exhalan su pútrido aliento a un micro conectado a un armonizador. La música es fabricada como salchichas o latas de albóndigas insípidas que producen acidez estomacal.