Antonio Moreno: El "enemigo" de los manifestantes
El comisario Moreno tomó posesión de su cargo en agosto de 2008 cuando Ricardo Peralta ocupaba el puesto de delegado del Gobierno y Alfredo Pérez Rubalcaba era el titular del Ministerio del Interior. Desde su nombramiento, Moreno se ha mostrado implacable en sus actuaciones contra manifestantes.
La primera prueba de fuego la tuvo en el barrio marinero de El Cabanyal. Allí, un año y medio después de asumir el cargo, la Policía se ensañó con los vecinos que intentaban paralizar los derribos de las casas de la barriada. De nada sirvió la presencia de representantes políticos y autoridades; los agentes actuaron con gran violencia y dejaron un saldo de decenas de heridos.
En El Cabanyal, además, una imagen marcó la actuación policial: uno de los agentes lució un llavero con la cara de Francisco Franco en su uniforme, pese a lo cual el policía no fue amonestado ni se le abrió ningún expediente.
También las movilizaciones del 15-M tuvieron respuesta en forma de carga policial; en este caso, en una concentración de los indignados frente a Les Corts Valencianes, que acabó con 18 heridos y ocho detenidos.
Todas estas actuaciones policiales contra colectivos que protestaban ante la vulneración de derechos sociales han tenido lugar con Antonio Moreno como jefe superior de Policía en el País Valencià. Conociendo los antecedentes, a nadie sorprendió que en la rueda de prensa del pasado lunes considerase "proporcionada" la actuación de los agentes que cargaron ese día por todo el centro de Valencias de forma indiscriminada.
Desde su posición de máximo responsable policial valenciano nunca ha escondido su sintonía y afinidad con José Luis Roberto, líder del ultraderechista y xenófobo grupúsculo España 2000 además de ser uno de los responsables de la asociación de proxenetas más grande del estado español (ANELA, Asociación Nacional de Empresarios de Locales de Alterne) y presidente de la empresa la Levantina de Seguridad (un auténtico ejército privado de descerebrados).
Roberto, un hombre a punto de cumplir los 60 y abogado de profesión, es un personaje muy oscuro incluso entre quienes compartirían su ideología.
Los grupos falangistas le huyen, ya que desconfían de él y le consideran más bien un ‘infiltrado’ de otros grupos políticos y confidente policial. Lo que se llama un ‘reventador’. De él se cuenta cómo asistió a una de las publicitadas concentraciones ultras en Bilbao rodeado de una especie de guardia pretoriana formada por un buen número de los hombres que utiliza en sus servicios de guardaespaldas, en general gente originaria de los países del este europeo.
Antonio Moreno le envió varias cartas felicitando a sus agentes de seguridad privada por algunas de sus acciones, e incluso presidió la entrega de una serie de diplomas a los hombres de José Luis Roberto.
Fuentes:
El "enemigo" de los manifestantes
Antonio Moreno, que ve “enemigos” en los estudiantes, mima al presidente de los locales de alterne
De la seguridad a la represión