Cuando montas en un coche de alta gama, al cerrar la puerta ¿a qué suena? No suena a portazo sin más; suena a bien construido, a seguro, a confort. Detrás de ese sonido hay expertos en sonificación, una disciplina que extiende el poder del sonido a todos los ámbitos y tiene aplicaciones sorprendentes.
El elemento musical más prominente suele ir paneado al centro, pero también el bombo, el bajo e incluso la caja. Aunque esta es una técnica musicalmente coherente y aceptada por todos, sus orígenes vienen de la era del vinilo y las primeras grabaciones en estéreo a mediados de los 60.
Musical Instruments Museum Online (MIMO) es un catálogo virtual de instrumentos musicales de todas las épocas. En realidad, agrupa las colecciones de museos de todo el mundo —entre los que hay dos españoles— y por supuesto, no deja fuera a los sintetizadores. Algunos de ellos son simplemente sorprendentes.
No sólo de novedades y 'remakes' vive el sinteadicto; también —y mucho— de nostalgia. Yamaha trasladó a Superbooth su propio parque jurásico, lleno de sintetizadores originales de la marca plenamente funcionales, formando todo un altar de la síntesis.
El futuro OP-Z ofrecerá entre sus variadas funciones sonidos de percusión y síntesis, control de luces vía DMX, o tratamiento de fotografía y vídeo en tiempo real, con nada disimulada ambición hacia el espectáculo total.
En un archivo de la sede de Yamaha Corporation of America en Buena Park (California) han aparecido tres documentos de gran valor para los cronistas de la historia del MIDI. El primero es una versión muy temprana de la especificación MIDI 1.0, con fecha de agosto de 1983. Los otros dos son ejemplares del boletín IMA, uno de junio de 1985 y otro del mismo mes de 1987.
El estand de Behringer en la Superbooth de Berlín parecía dispuesto a desmentir la idea de que esta marca alemana acumula anuncios sin llegar a materializar nada. Neutron, D, VC-340 y Pro-One estaban presentes desde el primer momento; otros se sumarían después a la fiesta.
Como ya hiciera en 2017, el segundo día de Superbooth Behringer se aseguró las visitas añadiendo a su estand algo no presente el primero: dos ejemplares de su versión del ARP Odyssey a tamaño natural, ante la indisimulada sorpresa de Korg, que también tiene un modelo en el mercado.
La experiencia analógica de Dreadbox y la de secuenciación y control digital de Polyend se asocian en Medusa, un sinte+secuenciador con nada menos que 6 osciladores, tres analógicos y tres digitales. Lo probamos en Superbooth, un mes antes de que finalice el desarrollo de su firmware.
Muy hábilmente, IK Multimedia reservó el anuncio de su primer sinte hardware para la víspera de la apertura de Superbooth. Eso y un precio inferior a 200€ mantuvieron un alto flujo de visitas a su estand.