La mezcla musical es un arte que ha alcanzado su máxima expresión en el estudio de grabación, sobre todo en los últimos 35 años (puede que a partir de Thriller en 1982). Por lo tanto, las grabaciones son para todos una muy buena fuente de inspiración a la hora de trabajar en directo.
Hoy en día, casi nadie hace pruebas de sonido en los festivales. Aquí tenéis un conjunto de técnicas, consejos y trucos para obtener el mejor sonido posible en estas situaciones.
Os traemos a portada, gracias a la colaboración de la escuela Trade, una valiosa charla de Óscar Gallardo e Iván Espada, reconocidos profesionales del sector de la iluminación espectacular.
Los técnicos norteamericanos definen muy bien en qué consiste la profesión del técnico de sonido en directo: la llaman Sound Reinforcement. Y refuerzo de sonido debería ser realmente el trabajo a realizar, al menos en un recinto de unas dimensiones reducidas.
A veces tengo la impresión de que muchas mezclas están hechas para uno mismo, sin ponernos en el lugar del que realmente las va a consumir. Pero los discos o los conciertos los hacemos para el público, que es el que mantiene vivo este negocio.
Recibimos un curso de ajuste o un cursillo de sonido acelerado y ya nos creemos unos auténticos profesionales del sonido. Pero me pregunto cómo es que vamos de profesionales si aún no sabemos ni mezclar música; el sonido nunca es más importante que la propia música.
Para un técnico de sonido directo, el tempo es necesario para hacer coincidir el suelo musical con el suelo de los efectos asociados a una base temporal. Y la función tap delay nos lo pone más fácil.
En salas y espacios pequeños, en lugares mal equipados o en conciertos donde no hay presupuesto, es habitual que debas hacer monitores desde la mesa de PA. Veamos cómo encarar estas situaciones.
Como técnico de PA para un grupo y durante unas horas, tu vida (profesional) estará ligada a la relación entre la mesa, la PA del momento y tú.
Una buena parte de una buena mezcla reside en saber elegir y usar bien los efectos. Con ellos colocamos en diferentes planos los instrumentos que participan en un concierto y mejoramos ciertos sonidos, en particular las voces y parte de la batería.
