HE LLEGADO a este foro por casualidad y, la verdad, no entiendo mucho del tema musical pues mis intereses van por otro lado. Probablemente sea ésta la primera y última vez que intervenga.
Con todo, me he molestado en darme de alta porque he creído mi obligación moral deciros esto:
Un acúfeno permanente es algo muy, muy, muy, muy jodido. Podría poneros mil muys seguidos y seguirían siendo pocos. Te jode la vida. Literalmente. Y no estoy dramatizando. Quien no me crea que eche un vistazo a los foros de la gente que padece este calvario. Flipará.
La mayoría de vosotros seguro que sois gente joven con la cabeza llena de ilusiones y sueños. Como debe de ser. Pues, bien, el acúfeno si es fuertecito (que muchos lo son) puede mandar todos vuestros sueños a la MIERDA. Se acabo el dormir tranquilo. Se acabaron los momentos de paz. Se acabó el ir a bares con colegas (el ruido os molestará –eso se llama hiperacusia y viene casi siempre de la mano del acúfeno-- e incrementará vuestro acúfeno a saco). Se os quitarán hasta las ganas de follar pues, la verdad, el sexo es peor con un pito en la cabeza dando por el culo. De verdad que no exagero, joder. Este puto martirio lo sufre mucha gente todos los días de su vida y lo cierto es que vosotros, que por vuestro afición/profesión estáis expuestos a música alta, pertenecéis a la élite de los grupos de riesgo de esta dolencia.
Yo lo tengo, no muy fuerte por fortuna, y no veáis lo que jode. Y hay peña que está mucho peor que yo. Con antidepresivos, somníferos y demás mierda química, gastándose una pasta en médicos, tratamientos y demás así como machacándose el estómago. ¡Ah!, por cierto, olvidaba mencionaros que esto NO TIENE CURA al menos de momento. Al que le da sólo le queda un remedio bastante antiguo: Ajo y Agua.
Mi acúfeno es –probablemente por que en esto nunca se sabe—por oír música alta. Os juro que yo daría ahora cinco años de mi vida por que alguien me hubiera dicho todo esto que yo ahora os digo antes de que esta mierda llegara a mi vida. En serio, chavales, haced lo que queráis con vuestra música pero por vosotros, por vuestras familias que luego sufrirán con vosotros esta maldición, por vuestra felicidad, no ahorréis ni un duro, ni un esfuerzo, en cuidaros los oídos. Nunca haréis mejor inversión. Sino, ya sabéis, el próximo foro al que os afilies puede no versar sobre música sino sobre acúfenos. Y os aseguro que no os gustará lo que allí leeréis.
Hacedme caso de verdad. Os doy mi palabra de honor que no exagero.
Un saludo, tíos
Alfonso.