Es otro sistema intelectual más para explicar los paralelos, sustitutos, equivalentes, la geometría armónica. Obviamente no es el único sistema que existe para explicar algo, que en mi opinión, solamente se logra entender con la práctica y la experiencia al final de cuentas, de hecho estos sistemas son frutos de la práctica y la experiencia, los cuales son adaptados al terreno intelectual, sorprendentemente de muy diversas maneras. Sirven para adentrar, comprender con la razón los fenómenos musicales. Pero ya adentrado, ya sobre la marcha, pueden resultar hasta estorbosos
Si a alguien le sirve este como tantos otros sistemas para encaminarse a expandir la paleta de colores musicales pues está muy bien, pero pues tarde o temprano se darán cuenta que al final la experiencia sonora es lo que importa y que pensar lo menos posible en mecanismos es mejor, tal como en el lenguaje español que usamos, no pensamos demasiado en reglas y tontería y media verdad? No pensamos en los mecanismos del lenguaje, solamente pensamos en las ideas y luego hablamos, claro, de acuerdo al nivel de nuestro vocabulario, aveces más bonito, aveces más chusco, aveces espontáneamente, aveces muy meticulosamente, pero podemos decir que dominamos el lenguaje que tenemos lo suficiente para expresar lo que queremos de la paleta enorme de posibilidades que hay. Pues así hay que hacerle con la música, llegar a ese nivel de dominio.
Intelectualmente hablando, en cuestión de armonía, suficiente información tiene uno con el concepto básico que nos enseñan en la escuela de "tonalidad, cromatismo, ambigüedad tonal y atonalidad" para hacer y deshacer al antojo... En el caso de "armonía negativa" Uno hasta por puro sentido común y curiosidad alguna vez ha pensado en sustituir acordes obvios por otros, usar cadencias rotas, añadir tensiones, cambiar tensiones por otras, ver cómo suena al revés una melodía, un acorde, invertido por aquí y por allá, etc... Uno hasta lo hace como un juego de niños, para ver cómo suena, probar con todos y cada uno de los acordes que se nos ocurran para ver cómo suenan cuando los conectamos de diversas maneras, cuando cambiamos unos por otros, cuando les metemos acordes en medio, bordaduras, de paso, etc... y cómo no, con ritmo, melodías, etc.. Si no sirve una de las 12 notas, probar con las 11 restantes... es algo que a todo aspirante a compositor le gusta hacer por mera curiosidad, si a uno no le da curiosidad eso, pues no sé a qué aspira entonces.