La música ha muerto.
El cine ha muerto.
La pintura ha muerto.
El teatro ha muerto.
El arte de los videojuegos ha muerto.
Los comics ha muerto.
La series ha muerto.
El anime ha muerto.
La Literatura ha muerto.
El dibujo ha muerto.
La fotografía ha muerto.
Estamos en decadencia de la sociedad y donde vivimos en una especie de idiotacracia.
Cada día veo jóvenes no le interesa el arte.
Cada día la persona que gusta el arte es minoritarios.
Cada día el arte es elitista.
No me preguntes por qué pero nos hemos vuelto muy idiota.
Donde los gobernante prefieren una sociedad sin conocimiento al arte y financiera.
Donde la propaganda expanda para lavar el cerebros.
Donde el neomarxismo toman el arte como una especie de lavar el cerebro.
Donde el arte esta corrupta.
Bueno, aunque el título del hilo pueda resultar catastrofista; lo cierto es que hay más de un autor de renombre cuya postura respecto a la evolución del arte va por ese camino.
Cuando no piensan literalmente que haya muerto, sí creen que se ha transformado de manera que poco o nada tiene que ver con lo que hasta el momento se ha entendido que era arte.
He podido leer a varios escritores de renombre -nacionales y extranjeros- afirmando que lo que históricamente se ha entendido como arte tuvo su final a mediados del siglo XX, coincidiendo con la extinción de las últimas vanguardias y la eclosión generalizada de los valores mercantiles respecto a la producción y venta de obras artísticas.
Hay quien pensará que en realidad se trata de mentalidades 'viejunas' incapaces de adaptarse a la acelerada sucesión de cambios y renovaciones que caracterizan el signo de estos tiempos.
Algo de eso hay, pero eso no quita para que las razones y argumentos esgrimidos por esos autores sean autorizados, tengan su peso y razón de ser.
Cada día veo jóvenes no le interesa el arte.
Cada día la persona que gusta el arte es minoritarios.
Cada día el arte es elitista.
Hace tiempo alguien me mostró un texto del siglo XIV que se expresaba en términos muy parecidos, el arte ya se moría entonces. El arte es parte de lo que nos hace humanos. A las personas les interesa el arte aunque no lo sepan y no sean conscientes de lo que lo aprecian. Cada cual tiene su punto de descubrimiento o no en función del entorno en el que vive y las influencias que recibe. Cuando uno descubre que el arte va más allá del "me gusta - no me gusta" (que en realidad es "me da placer inmediato o no me da placer inmediato") empieza a engancharse.
El arte no solo es parte de la historia, lo es del presente. Nunca como en nuestra época la gente ha estado enganchada a intentar ser artista. La gente pasa bastantes horas la mes intentando ser fotógrafo. Al principio tiran fotos para captar cosas pero muchos poco a poco se preocupan de la composición, de la luz, de buscar esa foto que tiene un algo... Si no hubiese ADN artístico en las personas no ocurriría.
Respecto al reconocimiento de la historía artística, nunca como en nuestro días se ha gastado dinero y tanta gente ha visitado lugares turísticos para ver arte. Venecia tiene que limitar la entrada de turistas que no van a consumir hamburguesas y bailar reggaetón. Ciudades como Roma siguen siendo destino turístico de primer orden para ver Coliseos y ruinas. Los conciertos de clásica nunca han tenido tanto público como hoy en día por más que la simplista comparación con un evento de música rock les deje muy por debajo en asistencia. Sin embargo una gira de un grupo de rock ocurre cada ciertos años, llena muchos auditorios, pero probablemente no alcance al público que ha acudido a los auditorios de música clásica de todo el mundo a escuchar una 5a sinfonía de Beethoven. No son espectáculos masivos puntualmente, pero llenan a nivel mundial tanto o más.
Idealizamos mucho el pasado. En tiempos de Chopin solo unos pocos miles de personas escucharon su música y pocos menos le escucharon tocar en directo en los recitales en salas de poco aforo. Un concierto de éxito probablemente era aquél en el que tenían en una sala unas 200 personas. No había este culto a lo masivo que nos han implantado desde el mundo de la publicidad.
Hoy un auditorio como el Miguel Delibes en Valladolid (una provincia no muy poblada) tiene capacidad para 1712 personas y suele llenarse si un pianísta viene a tocar un concierto de obras de Chopin. Es más en un día que todo el público que quizás escuchase a Chopin en varios años en el siglo XIX.
Comparemos todo el público que cabe aquí:
Con el que acudía a un recital de Franz Liszt en el siglo XIX. (No entraremos en guerras de cifras como en las manifestaciones, pero no son muchos para el baremo exigente que se pide actualmente. Ningún gran intérprete hoy daría un recital para tan poca gente)
Estamos un poco nublados entre qué es mucho y qué es masivo. Que 200 personas escuchen a un músico, un poeta o vean una pélicula cada día en directo, es un público respetable. Que sean 20.000 es masivo y no es lo normal. Simplemente la calidad entre uno y otro evento artístico es muy diferente. 200 personas escucharán música con una calidad estupenda y una visión casi perfecta. En un auditorio de 20.000 personas disfrutas del ambiente pero de un sonido de no mucha calidad, poca comodidad y una visión bastante deficiente.
Si el problema es ser masivo podemos recurrir a la propuesta de un director del festival de cine de Valladolid a los concejales paletos que se quejaban de que no era un evento que llegara a demasiado público como un mega-concierto. Él les dijo que si querían llenar la plaza mayor con varias decenas de miles de personas viendo cine que pusieran una pantalla gigante y proyectaran una peli porno. La experiencia artística no necesita ser masiva como la publicidad espera con aquello en lo que invierte.
El otro aspecto es que nunca ha existido mayor número de personas jóvenes interpretando música de Chopin (solo por poner un ejemplo). En tiempos de Chopin solo unos pocos alumnos y amigos suyos tocaban algo de su música. Podría tratarse de unos cientos. Hoy hay millones de jóvenes que cada día tocan y estudian su música. La suben a redes sociales y presumen de lo que "mola" tocarla. Sí, hay más guitarristas de rock, pero es que los que aprecian el arte no solo no son pocos, sino que son muchos más que los que lo hacían en siglos pasados. Incluso si atendemos a porcentajes.
El otro gran mito de que el arte (en lo que a mi me toca más, la música) "solo gusta a los viejos" también se repetía en el siglo XIV y es muy repetido en el ámbito del flamenco. Es fácil comprobar que no. Yo tenía unos 11 años cuando escuche este argumento por primera vez siendo estudiante de piano. Han pasado no pocos años, los suficientes para que sea un adulto maduro y que todos aquellos viejos que eran los únicos que escuchaban música clásica hayan muerto y no quede ni uno. ¿Quién sigue escuchando y acudiendo a los conciertos, y descargando música y subiendo vídeos a Youtube?
Hoy que en España sufrimos el fenómeno del "Altozanismo" (que ha reemplazado al "Maurismo" de hace unos años) podemos comprobar como este Youtuber se hace famoso enseñando cosas sobre el arte musical en internet y con sus "veintitantos" es un joven que muestra interés por el arte y es seguido por muchos jóvenes que, al menos, tienen interés por el arte.
Y esto nos lleva a una reflexión sobre la forma de presentar el arte y la existencia de una élite "pseudo-culta" que pretende no solo apropiarse del arte, sino condicionar la forma en que debe disfrutarse y presentarse. Tengo muchas diferencias con el "Altozanismo" pero creo que es bueno que haya una cierta frescura y cercanía en la presentación del arte histórico, sin caer en la "sacralización" de los reverendos custodios de lo culto. Bach no era más que un autor de su tiempo haciendo el arte que demandaba su tiempo, no el beato rarito que nos presentan los libros de historia del siglo XX. Bach tuvo 20 hijos, no parece que se pasase las 24h del día dándole a las notas y rezando.
La concepción del tema con un contenido semántico en la música está en los libros del siglo XVII y XVIII la famosa, entre los músicos, teoría de los afectos. Altozano lo descubre o lo intuye, pero nunca reconoce que el no es un iluminado, que lo ha aprendido en sus clases en el conservatorio o escuchando los programas de Música y Significado en Radio Clásica. Hay una cierta apropiación del conocimiento y un cierto tono de telepredicador. Pero es una nueva forma de presentar el arte que mucha gente encuentra. La puerta de entrada, la frase que necesitaba para empezar a entender cosas que no entendía o la primera vez que un joven se acerca a ciertas reflexiones sobre la vida y su sentido.
Enlazo este vídeo ya que se trata de un joven Youtuber que se manifiesta públicamente como amante de la ópera. Pero dice el mito que no, que no es cosa de jóvenes.
No estoy proponiendo el "Altozanismo" como método de apertura al arte del público. NO, hay miles de personas que cada día se dedican a la difusión musical (y de la pintura, y de la literatura,...) que lo hacen tan bien o mejor. Casi todas las orquestas sinfónicas del mundo tienen programas de difusión en los que, antes de los conciertos se dan charlas o se facilita material para ayudar a abrir los ojos al arte que va más allá de la sensación inmediata de placer a velocidad rápida.
Unos ejemplos:
1. La Orquesta Sinfónica de Toronto (TSO) ha arrasado con su idea de producir guías de audición de las obras para personas que no saben leer partituras, de modo que puedan "visualizar" la estructura y la instrumentación para comprender más cosas sobre el arte musical. Las guías están a la venta y han disparado los ingresos de la orquesta con su venta (cuestan unos pocos euros) Este fragmento corresponde a la Sinfonía Fantástica de Berlioz. Los comentarios son del autor de la guía y del programa de la partitura que, ya en el siglo XIX, era bastante peliculero. Solo después lo hemos convertido en aburrido.
2. Orquesta Sinfónica de Londres (LSO) tiene un programa llamado LSO Discovery que llega a más de 60.000 personas cada año entre ellas niños y jóvenes. Por los vídeos que se publican sobre actividades no solo no se aburren sino que participan y se emocionan. Esas 60.000 personas, más muchas otras llenan el auditorio varias veces por semana en Londres y otras ciudades del Reino Unido. Dentro del programa Music in School dirigido por Rachel Leach realiza sesiones muy, muy inteligentes en escuelas para presentar obras maestras de la música de todos los tiempos. Hay una serie de iBooks y PDFs realmente interesantes (además gratuitos) Para los que tengan un iPad un tesoro por los videos y ejemplos musicales. Rachel Leach no es un cría, pero tampoco es una viejecita aburrida cuya actividad más peligrosa sea escuchar a Stranvinsky.
3. Orquesta Sinfónica de San Francisco. (SFS) Desde hace más de una década tienen un activo programa de difusión con gran éxito y una página con animaciones y contenidos interactivos de gran valor que he recomendado por aquí varias veces:
Para jóvenes y adultos (Keeping Score) Requiere usar Flash, no se podrá ver nada en dispositivos móviles
No es un vídeo superYoutuber, hipereditado con efectos infantiles y cortes de silencios para abrumar al espectador como los de Altozano, pero mucho más interesante y revelador (Aviso: en algunas imágenes salen jóvenes disfrutando de la música)
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Como apunte final decir que en ningún momento de la historia el arte ha sido algo masivamente apreciado. La gente "del pueblo", no conocía la música de Beethoven, ni podía acceder a los salones y palacios dónde se interpretaba. La música que cantaba y tocaba era tan populachera como la favorita del público ahora mismo. No han cambiado mucho las cosas desde el siglo XIV. Muchos edificios hoy considerados como Patrimonio de la Humanidad, no fueron demolidos en su día por falta de presupuesto (ejemplo, las murallas de Ávila). Algunos fueron remodelados con aspectos modernos y provocadores (aunque hoy nos parezcan muy "de la época"). Otros han tenido durante siglos un uso como almacenes o trasteros hasta que nuestro tiempo ha traído la conciencia del respeto por el arte y su valor en el desarrollo de la civilización.
Es otra forma de verlo no tan pesimista. El tiempo dirá.
He buscado altozano y he acabado aquí. No estoy en absoluto de acuerdo con que haya muerto nada. Está todo más vivo que nunca. Incluido el pasado, eso es lo bonito. El arte de Beethoven sigue vivo hoy en día. Y el de los Beatles.
A lo mejor es que solo miráis hacia donde aparecen las cosas cutres... no se... a mi me siguen sorprendiendo muchas cosas hoy en día.
En lo que si estoy de acuerdo es el gilipollismo y egoísmo de la sociedad... creo que el hedonismo que facilitan las redes sociales ha ayudado bastante a ello. Igualmente el ser humano siempre ha sido egoísta y siempre lo será... está en los genes.
Pero oye... con apartarse de lo que no te mola a veces es suficiente...
...del escenario artístico actual. Su característica principal no es sólo la deplorada mercantilización de la cultura (objetos artísticos que se producen para el mercado), sino también el movimiento opuesto, menos notorio pero quizás más crucial todavía: la creciente "culturización" de la propia economía de mercado. Con el desplazamiento hacia la economía terciaria (servicios, bienes culturales), la cultura es cada vez menos una esfera específica al margen del mercado, y cada vez más no sólo una de las esferas del mercado, sino su componente central ( desde la industria de entretenimiento del software a otras producciones de los media). Lo que este cortocircuito entre mercado y la cultura entraña es el menoscabo de la antigua lógica de provocación de la vanguardia modernista, de escandalizar a los sectores dirigentes.
...
El frágil absoluto o ¿ Por qué merece la pena luchar por el legado cristiano? Slavoj Zizek. 2002.
El arte de Beethoven sigue vivo hoy en día. Y el de los Beatles.
Congelado, apartado y guardado. Cualitativa y espiritualmente. Congela al mono y tal vez no puedas reanimarlo.
Tabu Playtime escribió:
la cultura es cada vez menos una esfera específica al margen del mercado
Ésa es la tragedia. Pero la responsabilidad no es del mercado; una hiena como mucho. En los márgenes debería haber vida. Hay un problema educativo de fondo; ése es el asesino o el tronco del modus operandi de las oligarquías.
Tabu Playtime escribió:
Lo que este cortocircuito entre mercado y la cultura entraña es el menoscabo de la antigua lógica de provocación de la vanguardia
Cuando la línea separatoria entre el índice dow jones y la semicorchea se difumina.
Alimenta a un niño solamente con billetes y estudia su crecimiento. Pero claro, al ser el billete el cuerpo de Cristo poco se puede hacer por el niño.
El miedo a perder el tomate del mercadona u hostia sagrada mercadónica lo congela todo. Pero si uno no renuncia a lo sagrado no es. Una sociedad de no seres humanos.