Hola compañero,
Bienvenido al taller
. Y que sepas que los problemas que tienes son los que tenemos todos..
Cada maestrillo tiene su librillo, y creo que lo importante no es el método sino el resultado. Da igual cómo lo consigas, hay muchos caminos y deberás probar y practicar hasta que encuentres el tuyo. Nadie te dirá que es un camino fácil, pero lo que tengo claro es que es apasionante.
Estoy de acuerdo en muchos puntos con Oscar; especialmente en los puntos en los que te dice que los resultados se consiguen con horas, conociendo todas las librerías que puedas y aprendiendo su manejo. Y por supuesto, que es necesario que el tema esté medianamente bien desarrollado en cuanto a armonía, orquestación, etc, para que gane credibilidad.
En cuanto a los métodos empleados yo he ido evolucionando después de probar muchas formas de trabajar. Lo cual no quiere decir que la forma que yo empleo sea la mejor, sino que es la que mejor se adapta a mi.
Ahora, por ejemplo, no utilizo editor, después de mucho tiempo usándolo; todo lo toco directamente en secuenciador. Cuantizo todo para que quede perfecto, y no toco los parámetros midi más que para igualar la velocidad, para evitar grandes picos. Muchas pistas las exporto completamente planas, a una velocidad 'neutra' (más o menos 80, dependiendo de la librería), en la que suele dar su mejor timbre, para evitar pistas indomables en las que de repente te suena una nota un 180% más alta que la de al lado, cuando en la mezcla esa nota apenas debería ser un 10% más.
La expresividad la trabajo principalmente con la automatización de volumen y con la instrumentación. Por supuesto es sólo mi método de trabajo, y otros utilizan estas herramientas y sus temas suenan de coña. Pero yo no suelo emplear casi nunca articulaciones ni CC, que utilizo casi exclusivamente en pequeñas partes en las que pueda haber un solo o algún instrumento que predomine por encima de los demás.
Por supuesto que a veces es necesario utilizar alguna articulación por la naturaleza del arreglo (trémolo, pizzicato...) pero como norma utilizo bancos sostenidos en legato para todo. Y lo que hago cuando la pieza va tomando forma es utilizar algún banco suelto o keyswitch con staccato, flautando o alguna cosa así, pero sólo detalles. Porque incluso a veces el staccato de librería es demasiado brusco, y lo que tú necesitas son sólo...'notas cortas' y queda mejor utilizar notas pequeñas con un banco sostenido que el staccato agresivo (no sé expresar muy bien lo que quiero decir)
Después de estudiar muchos temas me di cuenta que el 90% del trabajo de articulación o expresión que hacía no se percibía al final, pasaba completamente desapercibido. Es por ello que trabajo hasta la obsesión la automatización de volumen para que la relación entre los distintos elementos sea lo más natural posible (para mí uno de los puntales del realismo...) y cuando todo empieza a estar encajado es cuando retoco mínimos momentos con alguna articulación especial, pero ya sabiendo 'que se va a notar'.
Es como la guinda del pastel, primero haces un pastel que sea bueno y luego le pones la guinda. Me di cuenta que (por lo menos para mí) hacerlo al revés es llenar el pastel de guindas y descuidar la masa, resultando de esta forma de trabajar un tema inconexo, poco creíble y que encima necesita el doble de horas de trabajo.
Muchas veces trabajamos las cosas de antemano pensando en como toca en la realidad cada instrumento e intentándolo emular al máximo. El mejor resultado por lógica debiera ser mejor cuanto mejor sea el trabajo individual de cada pista.
Y sin embargo trabajando con VSTI el resultado (lo que realmente importa) muchas veces no refleja ese trabajo, pues mientras los violines hacen unos spiccattos-marcatos-marteles por parte de padre super currados, resulta que a posteriori decidiste que en ese mismo momento entrasen unas trompas ff que dejarían a las Walkyrias a la altura del barro; trompas que sitúan a esos violines completamente en segundo plano, por no decir que los tapan completamente.
Pues para mí el secreto es en ese momento trabajar esas trompas y ese efecto de entrada (por ejemplo subrayándolo con percusión) olvidándonte de los violines, que en ese momento no pintan nada los pobres. Que no se vayan de madre y punto.
Quizás esa percusión que he comentado no la tenías pensada en un primer momento, pero es el tipo de trabajo que mejora el resultado. Pero sólo sabrás lo que tienes que trabajar cuando el tema esté acabado al 75%...
Incluso podría decirse que primero desarrollo la idea tal como me ha surgido (hasta ese 75%), sin entrar en demasiados detalles, haciendo que suene sobre todo a bloque, compacto, que suene agradable al oído y armonioso. Y a partir de ese momento intento olvidarme del compositor que todos llevamos dentro (que ya ha hecho su trabajo) e intento verlo como un productor.
Aquí falta un timbre distinto que de fuerza a este punto, aquí una percusión que remarque este momento; aquí hay que exagerar el crescendo para que dé más fuerza le coloco una escala, aquí hay que alargar este silencio; aquí las cuerdas quedan poco densas les pongo una tercera, aquí el oboe no suena natural le coloco un delay para que 'vibre' un poco...
Sin tocar la esencia de lo que tenías en mente (eso es importante), se trata de envolver el regalo en el mejor papel que encuentres, dedicando ese último porcentaje de trabajo en cuidar los detalles más mínimos, esos que apenas se oirán pero que darán un plus de realismo y calidad de sonido, que no es otra cosa que conseguir que sea agradable al oído.
Parece mentira como esta última parte del trabajo es tan importante, pero yo me he convencido de esto después de hacer la prueba. El mismo tema, antes y después de los 'arreglos chorras'. Uno puede quedar razonable pero muy plano, y el otro gana un montón de vida. Y sin embargo, la lista de cambios sería absurda, por la insignificancia de cada retoque. Se podría decir que un oyente no experto no sería capaz de distinguir ni una sóla de las diferencias entre ambos temas, pero sin embargo sin duda alguna daría una nota mucho mejor al mismo tema después de hacerlos. Y he hecho la prueba...
Trabajo a la vez en midi y en audio, intentando que la RAM esté tranquila. Cada vez que hago en una pista algo 'sólido', lo paso a audio. Si en el futuro vuelvo a añadir algo en esa pista, pues vuelvo a exportar a audio y sustituyo el anterior archivo. Si tienes la RAM saturada con tropecientos VSTI este proceso tarda mucho, pero si no los tienes sólo tarda unos pocos segundos.
Esta forma de trabajar me permite que el ordenador vaya siempre ligero, algo para mí muy importante pues no tienes que 'esperarle' continuamente. Por eso rara vez tengo más de 2 ó 3 instrumentos cargados a la vez.
También como consecuencia de esta forma de trabajar terminas haciendo la mezcla A LA VEZ que la composición, y eso tiene un monton de consecuencias, para mí positivas. Conforme vas pasando a audio, vas ecualizando las pistas, comprimiendo si es necesario, haciendo que esa nueva pista se integre con el resto.
En primer lugar tiene como consecuencia que la mezcla está más trabajada. Al tomar las decisiones de poco en poco quedará más 'suave' que si exportas al final todo a audio. Siempre será más fácil integrar una sóla pista con el resto que integrar entre sí 25 pistas, que no sabes ni por donde empezar.
Y segundo, que tomarás decisiones de orquestación que variarán ligeramente el plan previsto. En un tutti quieres hacer un pequeño contrapunto con el oboe, que queda chulísimo. Si lo haces en midi, lo dejas ahí y punto, ya lo mezclarás luego
Haces el fraseo y lo exportas a audio. Lo mezclas, lo ecualizas un poco, lo automatizas; y te das cuenta en ese momento de que si lo mezclas bien, apenas se oye frente al conjunto. Lo subes de volumen y te das cuenta de que suena antinatural. Solución? Pues pruebas una flauta. O una trompeta. La mezclas y te das cuenta de que ahora sí se oye; el problema es que en la tesitura del oboe había muchos instrumentos y se necesitaba un instrumento más agudo para que sobresaliera.
Estas pequeñas decisiones, que se traducen sobre todo en cambios de instrumentos o de octava condicionan MUCHÍSIMO el resultado final. Trabajando todo en midi cuando exportes a audio y mezcles no serás capaz de tomar estas decisiones, pues no sabrás cuál es el problema. O por lo menos tendrás muchísima más dificultad para saber averiguar el problema verdadero. Tienes 25 pistas para encontrar un problema...
Muchas veces al tener todo en midi y hacer la mezcla en audio a posteriori se cae en el error de dejar ese oboe como estaba (que no se oirá, y se perderá un bonito detalle) o incluso en el de (mucho peor...) subir artificialmente el volumen del oboe, perdiendo la orquesta credibilidad con ello.
Hemos de razonar que un compositor de orqueta real YA SABE PERFECTAMENTE cómo y cuanto suena un oboe y sabe que en cada caso qué instrumento ha de usar no sólo por su gusto, sino por el timbre, color, sonoridad que le va a aportar. La mayor parte de las veces que un tema VST no me suena bien suelo oir este efecto, instrumentos que suenan demasiado fuertes en relación a los demás, o momentos en los que 'está pasando algo' (algún arreglo bonito) pero no se distingue casi.
Siendo que la mayor parte de nosotros no ha manejado nunca una orquesta real una buena forma de evitar este tipo de errores es mezclar a la vez que se compone, pues será mucho más fácil que el oído nos diga que estamos haciendo algo mal.
Sin embargo, al ir pista a pista y añadiendo cada vez una pieza al rompecabezas, cuando algo no cuadra sabes que es lo último que has añadido. Si no cuadra al 100%, deberás tocar algo. Pues a probar: otra octava, otro intervalo, otro instrumento, otro panorama...
También me gusta el efecto que se produce cuando para un ensemble mezclas sonidos de varias librerías, le suele dar un matiz más cálido y desde mi punto de vista realista.
Y por supuesto, queramos o no para ganar en realismo es casi obligatorio familiarizarse con las herramientas de mezcla de nuestro secuenciador, especialmente con la EQ y la reverb. La compresión dependiendo del estilo también tiene su importancia, pero las otras para mí son fundamentales.
Creo que debemos concienciarnos de que por mucho que queramos, no debemos adoptar el papel de compositor, sino el de productor-compositor si queremos que nuestros temas queden bien. Sólo un par de afortunados merecedores de ese honor han conseguido en este taller que sus obras se interpreten por una orquesta de verdad, el resto (yo por lo menos) aspiro a que mis obras suenen lo más realistas posibles.
Es por ello que hasta en el proceso de composición siempre me paro a pensar si lo que voy a hacer sonará realista sonando con VSTI. Siempre he pensado que temas míos antiguos eran mucho más tocables por orquesta, pero sonaban como el culo. Porque entonces componía pensando en que pudiera ser tocado por una orquesta.
Ahora eso me la p..., jeje. Si algún día tengo ese honor, el mismo que me pague deberá pagar un transcriptor que haga ese trabajo. Lo que decidí hace tiempo es no limitarme con esas historias, pues las posibilidades de que algo mío lo toque una orquesta real son ninguna. Y si llegase el momento, pues ya encontraría la solución, lo que ahora me parece absurdo es dedicarle una parte importante de mi trabajo a algo que me cuesta tiempo y encima me limita.
Por eso durante todo el proceso desde que abro el cubase vacío hasta que exporto el tema por última vez se centra en hacer algo que SUENE lo más realista posible, no que lo sea.
Eso sí, hasta ahora lo que te he explicado es mi forma de trabajar. Consejo, como tal sólo uno: lee todo lo que puedas, prueba todo lo que te digan y vete quedando con lo que mejor te funcione y te suene A TÍ. Lo que a uno le puede funcionar a otro no. Dependerá de tus conocimientos musicales, informáticos, de tu carácter, de mil cosas, y nunca hay que hacer algo porque lo haga el de al lado. Eso sí, pruébalo antes de descartarlo, algunas veces te llevarás la sorpresa de que el que menos 'pinta' tenía te da un consejo que revolucione tu forma de trabajar.
Espero que te sirva de algo semejante rollo...
Salu2