Viva el Mal escribió:
Tu mundo anarcocapitalista depende de una racionalidad, integridad moral y compromiso con la sociedad del ser humano que se ve inexistente. Si todo el mundo fuera como tú, comprometido, dispuesto a respetar los pactos y a competir en un libre mercado justo, posiblemente funcionaría.
No es tan dependiente del "buen comportamiento" de sus miembros como puede parecer. El anarcocapitalismo presupone que los ciudadanos van a estar dispuestos a cooperar, pero exactamente igual que ocurre en la democracia y el estado de derecho (así lo indicaron tanto Rosseau como Locke; y en el Rechtsstaat también tenemos la obligación kantiana de regular la conducta). Además, y contrariamente a lo que ocurre con el anarquismo clásico colectivista, el anarcocapitalismo propone mecanismos efectivos de defensa y protección de las libertades y las propiedades para castigar las conductas de aquellos que vulneran los pactos y atentan contra las personas: tribunales privados, seguridad privada, derecho a la autodefensa,... todo bajo la premisa de que tanto libertad individual como propiedad privada son cosas "sagradas". Es decir, la sociedad sí tendría forma de defenderse contra criminales y amigos de lo ajeno.
El anarcocapitalismo entiende la justicia desde el punto de vista de las víctimas. Es decir, el objetivo principal no es castigar a los criminales (metiendo en cárceles a los ladrones y obligando a sus víctimas a pagarles la manuntención dentro), si no resarcir a la parte perjudicada mediante sistemas de seguros. Esto, junto con la prevención (mediante la disuasión y mediante la atomización del poder) es la base de esta teoría. Si no se entienden estos puntos, difícilmente nadie comulgará con el resto de ideas que propone. Es una idea radicalmente distinta a cómo funciona la justicia estatal, por lo que a mucha gente le resulta rocambolesca y difícil de visualizar.
Viva el Mal escribió:
Pero el ser humano es corrupto y ambicioso, y ningún empresario quiere libre mercado; quiere monopolizarlo, por la pura lógica capitalista.
En condiciones económicas normales (es decir, sin guerras, desabastecimientos, volatilidad extrema, etc.), el monopolio necesita del apoyo y refrendo del estado para existir. Sólo hay que ver qué ocurre en la actualidad: mercados que podrían funcionar libremente, como el tabaco, las armas, la sanidad, los taxis, la banca, las notarías o la justicia (por decir algunos), son monopolizados por el estado (o cartelizados - oligopolizados, que viene a ser lo mismo), generando mercados artificiales que, con una oferta restringida, se encarecen. ¿Qué ocurre cuando entra la iniciativa privada entra a competir, a poco que el estado le deje? El servicio mejora y el producto se abarata. Hay millones de ejemplos: ordenadores personales, automóviles, aviación civil, subcontratas de obras públicas, gestorías, apuestas, odontología, farmacia, etc. etc. (y eso que siguen siendo sectores intervenidos).
Que un empersario quiera monopolizar el libre mercado, es algo positivo, adelante, déjalo que compita por captar toda la demanda que sea capaz (beneficio para sus clientes); otra cosa es que lo consiga, para eso el anarcocapitalismo garantiza la libre competencia, para evitar monopolios y oligopolios. Todos en igualdad de condiciones, sin una autoridad predominante que conceda privilegios mercantiles a sus redes clientelares. Esta teoría económica dice que, dado este grado de libertad, la presencia excepcional de un mopolio indicaría el estado natural de ese mercado concreto: nadie más podría ofertar mejores condiciones ni podría entrar a competir, por tanto el cliente accedería al mejor de los ofertantes posibles en ese momento y condiciones. Es decir, el anarcocapitalismo combate los monopolios pero no los descarta, los trata como excepciones.
Viva el Mal escribió:
Además, una de las más fervientes críticas al estatalismo es que el poder es corruptible por empresarios que velan por sus intereses, lo que queréis hacer es dar el poder directamente a los empresarios, no lo entiendo.
No, es todo lo contrario. La idea es disolver el poder, atomizarlo, no hacer un trasvase de un grupo (burócratas) a otro (empresarios). No es, parafraseando al marxismo, crear la "dictadura del empresariado". Es dar a todo el mundo las herramientas y la seguridad jurídica para poder competir por sus propios medios, y dejar el mercado como un medio (el de crear prosperidad), no un fin (el de controlarlo y manipularlo en mi propio beneficio). Es ligar la economía a la riqueza real, no a la magia financiera. Es respetar tu libertad. Dejar a la gente asociarse en paz, a su gusto y beneplácito, en sus propios términos. ¿Cómo va a ser eso dar el poder a los empresarios? ¿Que quieres pasar de las empresas y de los mercados "estándar"? De acuerdo, monta tu propia moneda con tus allegados (o haz trueque, o lo que desees), llega con ellos a los acuerdos comerciales que quieras y puedas, y adelante, vive tu vida, busca tu prosperidad.