¡Qué crisis! ¡Esto es un nuevo escenario!
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jsv60 escribió:Es que hay algo peor que un neocon??????
Bueno, podría llamarte liberal "hijo del mismisimo Friedman!"
En realidad lo de neocon se ha convertido en una especie de insulto estándar pero la mayor parte de los que lo usan no suelen tener demasiado claro lo que significa. Originalmente es una corriente "moderna" de los conservadores que apoya la intervención exterior unilateral basándose en supuesta superioridad moral nacional. Pero la verdad es que son bastante variados ideológicamente. La entrada española de la wikipedia no es una maravilla pero sí contiene una lista interesante de ideas:
http://es.wikipedia.org/wiki/Neoconservadurismo
Apunto unas cuantas que quizás muchos progresistas abrazarían bastante alegremente (otras es más complicado).
- Completa fidelidad al estado de defender y conservar las nuevas reformas que el país necesita, olvidando las leyes, reformas, políticas y costumbre del pasado que sean consideradas inadecuadas para el desarrollo de la sociedad.
- Completa necesidad por el abrirse paso a nuevos cambios sociales, sin importar daños secundarios o colaterales.
- Preferencia por el cambio de forma constante que impida la miseria social.
- Desprecio por las sociedades radicales y ultraconservadoras.
- Desprecio por las ideologías políticas ultraconservadoras, de ultraizquierda, extrema izquierda radical, de Ultraderecha, de Derecha y de Izquierda, protegiendo las ideologías políticas de izquierda-centro, derecha-centro, centro y el bilateralismo, para abrirse a las posibilidades y diferentes ideologías que lleven a un estado de constante progreso.
- Considera retrogradas las costumbres sin importar relevancia o historia de estas.
- Critican tanto al totalitarismo como la ingobernabilidad, valorando en cambio la idea de democracia liberal y central.
Dudo mucho que haya ideología alguna uniformemente buena o mala, y creo que siempre es posible llegar a puntos de encuentro sobre los que construir acuerdos. Por contra en este país somos mucho de disparar desde la trinchera y no movernos nunca de ella... es una pena.
Personalmente del "ideario" neocon mi favorito sería:
- Desconfianza total por ideales pacifistas y/o ecologistas, pues los consideran un hecho carente de estudios científicos y un hecho irracional en contra de los avances tecnológicos y la evolución humana.
#510 Esto es otra cosa que yo sigo sin entender, ya que parece obvio que tan grandes beneficios de las empresas son a costa de unos precios sobredimensionados con ese objetivo, obtener beneficios.
¿ Qué se hizo de campañas para regular los precios al consumo ?. Si las compañías redujeran el precio de lo que nos venden, posiblemente nuestra economía tampoco estaría tan maltrecha.
Porque leer que Repsol ha tenido no se cuantos millones de beneficios en este último ejercicio mientras los carburantes siguen subiendo, da mucha rabia.
¿ Qué se hizo de campañas para regular los precios al consumo ?. Si las compañías redujeran el precio de lo que nos venden, posiblemente nuestra economía tampoco estaría tan maltrecha.
Porque leer que Repsol ha tenido no se cuantos millones de beneficios en este último ejercicio mientras los carburantes siguen subiendo, da mucha rabia.
El término “ideología” está cargado negativamente desde su origen. Marx lo utilizaba para denotar la serie de mentiras que el poder usa para someter la conciencia de sus súbditos. Prefiero un término neutro como “filosofía política”, y con ello me refiero al conjunto de ideas básicas que sustentan la manera de razonar de cada cual.
Hasta el siglo XIX, la población en general no tenía “ideas políticas”. Para la mayoría de la población, la situación política era algo dado por Dios, inmutable. No era ni bueno ni malo. Simplemente, era. A partir de la Ilustración y, sobre todo, de la Revolución Francesa, las cosas cambian. Aparecen las cuatro filosofías políticas clásicas que hemos heredado: el conservadurismo, el liberalismo político, el liberalismo económico y el socialismo.
El conservadurismo.- Es, fundamentalmente, la reacción a la Revolución Francesa. La sociedad se debe guiar por los modos tradicionales de hacer las cosas. Estas formas tradicionales han sido puestas a prueba durante siglos y funcionan bien. El pensamiento conservador está ligado a la religión y a la sumisión a las formas tradicionales de autoridad. Tiene miedo ante cualquier tipo de novedad, y reacciona agresivamente ante ellas. En el lado positivo, es una filosofía política comunitaria que cree que el poder debe intervenir activamente en la búsqueda del bien común. Es la forma de pensamiento político típico de la clase más alta y de la población con bajo nivel educativo. Su máximo exponente clásico podría ser Edmund Burke.
El liberalismo político.- Es la filosofía política de la Revolución Francesa, consecuencia natural de las luchas de religión de los siglos XVI y XVII y de la Ilustración. Pone el énfasis en la libertad individual frente al poder del Estado, e insiste fuertemente en la igualdad ante la ley, los derechos individuales, la separación de poderes y la separación de Iglesia y Estado. Según pasa el tiempo, va adoptando nuevas luchas: derecho de reunión y manifestación, oposición a la censura, sufragio universal, igualdad de derechos para la mujer… y, ya en el siglo XX, anti-colonialismo, anti-racismo y lucha contra la homofobia. Tiene su máximo exponente clásico en John Stuart Mill.
El liberalismo económico.- Es un primo lejano del liberalismo clásico que asegura su afiliación con el liberalismo político, pero pone su énfasis en la “libertad económica”. Es la doctrina política de la alta burguesía industrial que surge en el XIX, y su único punto del orden del día doctrinal es que el Estado no se debe inmiscuir en la economía. Aseguran que si el Estado se limita a proteger la propiedad privada y asegurar que los contratos se cumplan, la prosperidad está asegurada. Sus exponentes clásicos serían Adam Smith o, ya en el siglo XX, Milton Friedman o Friedrich von Hayek.
El socialismo.- De nuevo una filosofía política con su énfasis en las cuestiones económicas. El socialismo aparece tras la Revolución Francesa, debido a los abusos a los que dio lugar la Revolución Industrial. Es la lucha por el reparto justo de la riqueza. La burguesía, que había estado en el lado revolucionario, al vencer pasa al lado conservador. La nueva lucha es la lucha de clases, los pobres contra los ricos. Su lema más importante: “a cada cual, según sus necesidades; de cada cual, según sus capacidades”. Pensadores importantes son Marx, Proudhon, Kropotkin…
Éstas son las filosofías políticas que el siglo XIX nos legó. ¿Sirven aún, hoy en día, para orientarnos? Yo diría que sí, con la condición de que distingamos entre:
(A) lo que los políticos dicen ser, (B) lo que los políticos hacen y (C) lo que los votantes piensan.
El socialismo y el liberalismo político constituyen lo que podemos llamar la izquierda. El poder ha luchado siempre por mostrarlos como opuestos, pero en realidad no lo son, se complementan perfectamente. El conservadurismo y el liberalismo económico, por otro lado, son lo que se llama la derecha.
Hasta el siglo XIX, la población en general no tenía “ideas políticas”. Para la mayoría de la población, la situación política era algo dado por Dios, inmutable. No era ni bueno ni malo. Simplemente, era. A partir de la Ilustración y, sobre todo, de la Revolución Francesa, las cosas cambian. Aparecen las cuatro filosofías políticas clásicas que hemos heredado: el conservadurismo, el liberalismo político, el liberalismo económico y el socialismo.
El conservadurismo.- Es, fundamentalmente, la reacción a la Revolución Francesa. La sociedad se debe guiar por los modos tradicionales de hacer las cosas. Estas formas tradicionales han sido puestas a prueba durante siglos y funcionan bien. El pensamiento conservador está ligado a la religión y a la sumisión a las formas tradicionales de autoridad. Tiene miedo ante cualquier tipo de novedad, y reacciona agresivamente ante ellas. En el lado positivo, es una filosofía política comunitaria que cree que el poder debe intervenir activamente en la búsqueda del bien común. Es la forma de pensamiento político típico de la clase más alta y de la población con bajo nivel educativo. Su máximo exponente clásico podría ser Edmund Burke.
El liberalismo político.- Es la filosofía política de la Revolución Francesa, consecuencia natural de las luchas de religión de los siglos XVI y XVII y de la Ilustración. Pone el énfasis en la libertad individual frente al poder del Estado, e insiste fuertemente en la igualdad ante la ley, los derechos individuales, la separación de poderes y la separación de Iglesia y Estado. Según pasa el tiempo, va adoptando nuevas luchas: derecho de reunión y manifestación, oposición a la censura, sufragio universal, igualdad de derechos para la mujer… y, ya en el siglo XX, anti-colonialismo, anti-racismo y lucha contra la homofobia. Tiene su máximo exponente clásico en John Stuart Mill.
El liberalismo económico.- Es un primo lejano del liberalismo clásico que asegura su afiliación con el liberalismo político, pero pone su énfasis en la “libertad económica”. Es la doctrina política de la alta burguesía industrial que surge en el XIX, y su único punto del orden del día doctrinal es que el Estado no se debe inmiscuir en la economía. Aseguran que si el Estado se limita a proteger la propiedad privada y asegurar que los contratos se cumplan, la prosperidad está asegurada. Sus exponentes clásicos serían Adam Smith o, ya en el siglo XX, Milton Friedman o Friedrich von Hayek.
El socialismo.- De nuevo una filosofía política con su énfasis en las cuestiones económicas. El socialismo aparece tras la Revolución Francesa, debido a los abusos a los que dio lugar la Revolución Industrial. Es la lucha por el reparto justo de la riqueza. La burguesía, que había estado en el lado revolucionario, al vencer pasa al lado conservador. La nueva lucha es la lucha de clases, los pobres contra los ricos. Su lema más importante: “a cada cual, según sus necesidades; de cada cual, según sus capacidades”. Pensadores importantes son Marx, Proudhon, Kropotkin…
Éstas son las filosofías políticas que el siglo XIX nos legó. ¿Sirven aún, hoy en día, para orientarnos? Yo diría que sí, con la condición de que distingamos entre:
(A) lo que los políticos dicen ser, (B) lo que los políticos hacen y (C) lo que los votantes piensan.
El socialismo y el liberalismo político constituyen lo que podemos llamar la izquierda. El poder ha luchado siempre por mostrarlos como opuestos, pero en realidad no lo son, se complementan perfectamente. El conservadurismo y el liberalismo económico, por otro lado, son lo que se llama la derecha.
Suvur escribió:¿ Qué se hizo de campañas para regular los precios al consumo ?.
Quizás la regulación de precios sea el problema. Justamente los hidrocarburos son uno de los sectores más intervenidos.
Suvur escribió:parece obvio que tan grandes beneficios de las empresas son a costa de unos precios sobredimensionados con ese objetivo, obtener beneficios.
El objetivo de cualquier empresa son los beneficios, cuantos más mejor. Como el de cualquiera que vende su casa e intenta sacar el máximo precio posible... la limitación de los beneficios la produce la competencia. Si otros venden más barato, venderán más que tú... menos margen, más ventas, mejores beneficios en un entorno competitivo.
Quizás el problema de algunos sectores sea justamente la falta de competencia. Se supone que el gobierno debería intervenir en el mercado para corregir sus ineficiencias y fomentar la competencia, pero en lugar de eso sigue la política contraria, fomentar los oligopólios.
He recomendado alguna vez el libro de William Baumol "Good Capitalism, Bad Capitalism" que define varios estilos de capitalismo:
- Capitalismo Estatalista
- Capitalismo Oligárquico
- Capitalismo de Grandes Firmas
- Capitalismo de Emprendedores
Baumol defiende que los dos primeros son básicamente ineficientes y propensos a la corrupción. En tanto un crecimiento saludable requiere de un equilibrio entre los dos últimos, a fin de fomentar la innovación, como verdadero producto del capitalismo y motor del crecimiento.
La definición de capitalismo oligárquico es muy jugosa:
Baumol escribió:“Capitalism is defined as “oligarchic” when, even though the economic system is nominally capitalist and property rights protect those who own substantial property, government policies are designed predominantly or exclusively to promote the interests of a very narrow (usually very wealthy) portion of the population or, what may be worse, the interests of the ruling autocrat and his (or her) friends and family (in this instance, the system is better characterized as a “kleptocracy”). This form of capitalism is, unfortunately, all too common in too many parts of the world, encompassing perhaps one billion or more of the world’s population. It is prevalent in much of Latin America, in many states of the former Soviet Union, in most of the Arabic Middle East, and in much of Africa”.
Lo que aquí tenemos huele mucho a capitalismo estatalista y capitalismo oligárquico, en lugar de fomentar el emprendimiento y con ello la creación de grandes empresas, los gobiernos se han dedicado a proteger los negocios de los de siempre y a crear empresas públicas o semipúblicas para colocar amigotes. Luego nos extraña que no haya innovación ni tengamos forma de cambiar el modelo económico.
Es una pena, el libro de Baumol estaba antes online, pero aun puede conseguirse (legalmente) en PDF por ahí.
Es bien sabido que los socialistas en el gobierno no suelen estar a la altura de sus propias ideas. Pero es menos conocido el hecho de que los liberales económicos tampoco lo están.
Según el laissez-faire clásico, toda empresa que no funciona debe quebrar, para dejar el hueco a nuevas empresas que funcionen mejor. En cambio, los banqueros -los mayores defensores del liberalismo económico- están encantados con haber sido rescatados. Son muy pocas las voces que se han oído, en Europa o en EEUU, a favor de dejar caer a los bancos quebrados.
¿Y por qué no se deja quebrar a Grecia? ¿Estarían los ciudadanos griegos peor de lo que están ahora? Probablemente, no.
Pero la banca francesa y alemana, que prestó dinero irresponsablemente, estaría en serios aprietos…
En resumen, el liberalismo económico es más una campaña de márketing de los ricos que una filosofía política en sí misma. Hay unos pocos liberales económicos genuinos, pero no tienen ni peso político, económico ni intelectual alguno. Aun así, la campaña mediática para crear votantes liberales-económicos es gigantesca.
La idea es simple: se trata de convencer a una fracción grande de la población de que cuando hablamos de subir a los impuestos de los ricos, estamos hablando de ellos. No creo que tenga éxito.
Según el laissez-faire clásico, toda empresa que no funciona debe quebrar, para dejar el hueco a nuevas empresas que funcionen mejor. En cambio, los banqueros -los mayores defensores del liberalismo económico- están encantados con haber sido rescatados. Son muy pocas las voces que se han oído, en Europa o en EEUU, a favor de dejar caer a los bancos quebrados.
¿Y por qué no se deja quebrar a Grecia? ¿Estarían los ciudadanos griegos peor de lo que están ahora? Probablemente, no.
Pero la banca francesa y alemana, que prestó dinero irresponsablemente, estaría en serios aprietos…
En resumen, el liberalismo económico es más una campaña de márketing de los ricos que una filosofía política en sí misma. Hay unos pocos liberales económicos genuinos, pero no tienen ni peso político, económico ni intelectual alguno. Aun así, la campaña mediática para crear votantes liberales-económicos es gigantesca.
La idea es simple: se trata de convencer a una fracción grande de la población de que cuando hablamos de subir a los impuestos de los ricos, estamos hablando de ellos. No creo que tenga éxito.
Ed_Saxman escribió:Es bien sabido que los socialistas en el gobierno no suelen estar a la altura de sus propias ideas. Pero es menos conocido el hecho de que los liberales económicos tampoco lo están.
Mira, estamos de acuerdo. Del mismo modo que el socialismo no se ha aplicado nunca como su propia utopía preconizaba, tampoco el capitalismo ha vivido en la utopía del ceteris paribus
Creo que Baumol hace un buen análisis al definir varios "tipos" de capitalismo. Desgraciadamente y particularmente en España impera el "capitalismo de amigotes" como lo definió un colega una combinación de estatalismo y oligarquía, tal cual en la más bananera de las repúblicas. Lo de Stalin seguramente no era comunismo, pero es que lo de aquí tampoco es capitalismo ni libre mercado.
klausmaria escribió:"capitalismo de amigotes" como lo definió un colega una combinación de estatalismo y oligarquía, tal cual en la más bananera de las repúblicas.
+1000
obreros tenemos, y muy buenos; empresarios menos.
las decisiones erróneas las pagamos todos
dejar los capos locales jugar a la ruleta con las cajas es una locura
en los negocios falta ética, sentido común, conciencia colectiva y preparación
edito : y románticos
klausmaria escribió:pero es que lo de aquí tampoco es capitalismo ni libre mercado.
Sin duda. Si aplicásemos una sola, tan solo una, de las medidas que el própio Adam Smith propuso para corregir los fallos inherentes al sistema, otro gallo nos cantaría.
Eso si, una muy concreta y sencilla: No se hereda.
Por ser injusto, un mal incentivo, etc. que alguien reciba riqueza por el trabajo de sus antepasados, no hay razón alguna, bajo este paradigma, para permitir la acumulación excesiva de capitales en manos de una endogámica dinastía hereditaria.
Hablando de la clase de los rentistas, o sea, de los terratenientes, Adam Smith afirmaba:
Adam Smith escribió:« Es la única de las tres clases, que percibe su renta sin que le cueste trabajo ni desvelos, sino que la percibe de una manera en cierto modo espontánea, independientemente de cualquier plan o proyecto propio para adquirirla. Esa indolencia, consecuencia natural de una situación tan cómoda y segura, no sólo convierte [a los miembros de esta clase] a menudo en ignorantes, si no en incapaces para la meditación necesaria para prever y comprender los efectos de cualquier reglamentación pública.
y es que Adam Smith está más cerca de Karl Marx que de los neoliberales que actualmente lo ensalzan.
#517 Sí hay competencia pero no bajan los precios, el motivo es que en la mayoría o en todos los sectores se pactan los precios.
Yo por ejemplo estoy estudiando ahora inglés en una academia privada de mi ciudad. Pues bien, cuando miré precios en todas costaba lo mismo y claro, a mismo precio me decanté por la que goza de más prestigio.
Dime si no los pactan pudiendo competir entre ellas.
Yo por ejemplo estoy estudiando ahora inglés en una academia privada de mi ciudad. Pues bien, cuando miré precios en todas costaba lo mismo y claro, a mismo precio me decanté por la que goza de más prestigio.
Dime si no los pactan pudiendo competir entre ellas.
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