Viva el Mal escribió:
Que manía tienes con generalizar con gasto público = despilfarro. La última vez que pasó algo semejante fue el intervencionismo quien sacó el mundo adelante, mientras los libertarios austríacos se retorcían sobre sus sillas contemplando el fracaso de sus medidas. Que no, que todo no es blanco o negro, ni nacionalizaciones estalinistas tipo Podemos ni privatización hasta de los pelillos de la nariz. La historia ha demostrado que un intervencionismo bien gestionado puede sacar una economía hundida del barro, lo demás, propaganda.
Ah claro, que el intervencionismo de "los míos" (léase aquí Podemos, PSOE, PP, Syriza, PASOK, Falange, Amanecer Dorado), el "bien gestionado", es el güeno.
El despilfarro es inherente a cualquier sistema estatalista con gobierno central. Conforme un sistema no distribuído crece, se va volviendo menos eficiente porque provoca distorsiones en la asignación y distribución de los recursos. Además, al reservarse el estado ciertos monopolios, tiende a producir con el objetivo de maximizar beneficios (sí, el estado también produce a beneficio propio), como cualquier otro monopolio, y en consecuencia los costes medios aumentan: es la llamada ineficiencia-X. Puedes revisar los conceptos económicos de eficiencia distributiva, asociativa y productiva.
Bajo las definiciones de esos conceptos, puede afirmarse con total seguridad que gasto público = despilfarro. Otra cosa es que ese despilfarro suponga el "mejor de los escenarios posibles" o no, o si el concepto de "óptimo" debe incluir o no bienestar social (economía del bienestar) o igualitarismo (Pareto y especialmente Kaldor), pero entramos en otro tema.
Como votante del PSOE te gustará saber que el desarrollo posterior de estas ideas incluye conceptos muy "socialdemócratas" (Lerner) como la eficiencia de ingreso, la cual supone que para que el resto de eficiencias sean operativas, es necesario una correcta igualdad de ingreso (redistribuyendo la riqueza). Sin esta repartición, la eficiencia de distribución, asociación y producción no sirven de nada, o directamente ni siquiera llegarían a existir. Éste es el único reducto económico (no por ello menos importante, de acuerdo) en el que los intervencionistas podéis basar vuestras ideas; en el de la correcta asignación de la riqueza y el propósito social, pero estos conceptos no están directamente relacionados con la eficiencia y darían para otro hilo.
Por otro lado, partidos como Podemos o Syriza constituyen la quintaesencia del intervencionismo de corte socialdemócrata. En concreto, Podemos es la apuesta política que los estados bolivarianos de América del Sur están financiando en "la metrópolis". Se ha demostrado, como dices, que el keynesianismo extremo contribuye a sacar del pozo de la depresión en el que el propio keynesianismo ha metido previamente a las sociedades. Estás hablando de los ciclos de expansión y contracción sin límite ni sentido. Pero esa sensación de prosperidad, efímera e insegura, es siempre a costa de algo: de una deuda que debe crecer de forma exponencial hacia el infinito en un escenario de recursos limitados. De ahí surgen las economías de guerra. ¿Ejemplos? El mercantilismo de Luis XIV para sufragar las guerras con holandeses, otomanos, ingleses y españoles; el intervencionismo de la Alemania nazi con su economía pre-bélica; las emisiones de bonos de guerra y las pensiones G.I. Bill de EE.UU. para financiar sus pretensiones imperialistas hasta los años 70; las tres QEs americanas que acompañaron a los ataques a países de oriente medio y la guerra por el petróleo; etc. En resumen, una huída hacia delante, y a costa de la vida y el bienestar de las personas. Gigantes con pies de barro.