Se retira un jugador tocado y sale otro al campo.
Se coloca en su puesto. Y toca dos balones. Los dos relativamente mal. Está a punto de remantar una ocasión que no logra conectar, y se le nota algo torpote corriendo.
¿Hay razón para sospechar algo raro?.
¿Alguno de los miles de aficionados de futbol, inmediatamente nada más saltar el jugador al
campo sospecha de que es un medio impostor?.
A fin de cuentas, delanteros paquete los hay a montones, a saber si va muy bien de cabeza, ¿no?.
¿Alguien sospecharía algo si esto sucediera en un partido internacional?.
La cuestión es que ya se hizouna parecida, con el debut de Molina en la selección Española en el España-Noruega.
Os puedo asegurar que ningún Noruego que no conociera a Molina de antes sospechó nada raro.
Creo que nisiquiera la prensa Noruega hizo eco de la anécddota en un primer momento. Y eso que por fuerza tendría que haber periodistas y que conocieran a Molina. Solo tras comentarlo Clemente, cayeron del todo en lo que había sucedido.
Conclusión: Si está en Arco se da por supuesto que es bueno y punto.
Incluso yendo un poquitín más lejos diría que en Arco están más autores con trayectorias que obras por méritos propios.
Si sobre futbol puede pasar algo parecido, por que no va a pasar sobre algo mucho más abstracto, como es el "arte contemporáneo".
Personalmente no les culpo, me siguen pareciendo esnobs. Pero en la misma medida que lo parecían antes de opinar sobre un cuadro de niños.
Nunca he tenido muchas dudas sobre si algo así era más que posible, muy probable.
Para mi esto no es más que otro efecto placebo.
Es más muchas veces veo más el arte en la interpretación del público que en la inteción del "artista".
Sobre todo en el señor que ve un erotismo reprimido, reprimido, pero mucha carga erótica.
A fin de cuentas en mi pueblo todos los señores de una edad se le parecen mucho, lo ven todo muy erótico. Como era... ah si... viejos verdes.