A bote pronto, por simplificar:
Yo pienso, sinceramente, que el problema es, a priori, de indole conceptual del modelo de gestión Uno propone un tipo de gestión y el otro se hace el sordo, no atiende. El primero piensa, con este no voy a nigun lado. El sordo se agarra a unas normas establecidas, como si las normas no pudieran adecuarse, El primero se reafirma y dice, pués ahí te quedas, cromo. El segundo, cuando vé que el primero se va a largar piensa, no tendrá cojones, eres tonto, no te enteras...y solo esgrime normas caducas, en un momento tan delicado, ni siquiera se le ocurre hacer una propuesta. las normas...las normas... "además ¿que vás a hacer sin mí?"
Y el primero, piensa, bueno ¿Y a tí que te importa?
_Me importa mucho, mucho...
_Eso lo dirás tu.
Esto simplificando, mucho, que me perdonen los eruditos.