Disculpad que no me lea absolutamente todos los mensajes pero es que voy pillado de tiempo. Sin embargo como fumador que soy, y con experiencia en dejarlo una larga temporada (estuve 5 años y medio y volví a caer como un imbécil), quería aportar mis consejillos. Me refiero todo el rato a fumadores "compulsivos" (si te fumas más de 3 al día ya lo eres), no a los "ocasionales".
El primero y más importante, dirigido a los que dicen cosas como "yo ya lo he dejado para siempre (o definitivamente)", gran error! Uno sólo deja de fumar definitivamente cuando se muere; hasta entonces no puedes bajar jamás la guardia, ni una sola calada, ni nada que se parezca a aspirar humo por cualquier medio. La dependencia piscológica en el tabaco es muy fuerte. Hay gente que ha recaído después de 10 años, en un exceso de confianza. Si eres fumador habitual eres un drogata, y cuando lo dejes serás un ex-drogata; de por vida.
El citado libro de Allen Carr es muy recomendable, porque pinta el hecho de fumar como lo que realmente es: una auténtica tontería y de las gordas, porque eso te mata, seguro. Si consigues comprender eso empezarás a querer dejarlo de verdad (a nadie le gusta ir por ahí haciendo tonterías).
Lo que comentaba un compañero por aquí arriba también es muy importante: fumar se deja de golpe, no reduciendo el número de cigarrillos. Hay cantidad de fumadores que se engañan así, y cuando me lo cuentan ("ahora ya sólo fumo tres al día"), no me cabe ninguna duda de que al cabo de pocos meses se estarán metiendo cerca de un paquete diario. O sea, se deja con dos cojones y preparado para no flaquear y volver a hacer tonterías.
Lo de mirarte a tí mismo mientras fumas y pensar lo que estás haciendo (te estás metiendo humo directamente en los pulmones; menuda gilipollez, no ?) también es un buen consejo, así como fijarte en la gente que fuma: cómo andan desesperados aspirando, cómo tienen que salir a la calle, los dedos amarillos, incluso las caras (sobretodo los más mayores) en muchas ocasiones, los dientes algo oscurecidos... Fíjate también (o imagínatelo, porque probablemente tienes el olfato viciado de nicotina) en cómo huele tu ropa, tu coche (si fumas dentro), tu casa (si fumas en ella), piensa en la gente con la que te relacionas (incluso niños pequeños) y no tengas ninguna duda que cuando se acercan a tí el olor de tabaco no les resulta nada agradable, te resta puntos seguro, provoca rechazo inconsciente.
Si das el paso empieza a practicar lo que yo llamo "deshacer anclajes": el cigarrito de después del café queda suprimido para siempre (a partir de ahora después del café me toco los huevos, por ejemplo); el de después del polvo igual (en este caso puedes substituirlo por tomarte un zumito o echarte a dormir), el de después de las comidas, el de al salir del cine, los de los conciertos, los de salir de juerga, los que acompañan una copa... Cuando fumas tienes toda una serie de cosas que haces en tu vida asociadas a un cigarrito; se trata de ir deshaciendo esas asociaciones, una una y cuando se vayan dando las circunstancias.
A mí, cuando lo dejé, me fué muy bien practicar un poco más de deporte, tomar zumo de naranja (estas dos cosas aceleran mucho el proceso de desintoxicación) y tener siempre a mano un paquete de chicles (normales, de menta, no de nicotina, que no usé chicles ni parches ni nada, a saco), por si me entraban ganas de "meterme algo en la boca" pues ahí estaba el chicle.
Creo que eso es todo. Y alguien se preguntará: "¿ Y si lo tienes tan claro por qué no lo dejas, incoherente de mierda ?", y no le faltará razón, pero estoy en ello (mentalmente, de momento...).