juanma70 escribió:
Creo que lo que ocurre es que nunca evolucionamos tanto como pretendemos creer, que en realidad estamos mucho más cerca de las cavernas de lo que pensamos. Nos quitan los cachivaches eléctricos y electrónicos, los motores y artilugios varios, el postureo y los trapos que llevamos encima y nos vemos en taparrabos en la cueva otra vez pero cagando leches.
Eso si es de un reduccionismo e individualismo que roza la estulticia. El progreso se mide siempre en términos de inteligencia colectiva.
Sería cómo dices, si esos "cachivaches" nos hubieran caído del cielo, pero el avance tecnológico necesariamente debe de ir acompañado de todo un proceso ontológico que asiente las bases y lo pilares fundamentales donde se desarrolle cualquier sociedad avanzada: Ciencia y humanidades.
Es posible que en un futuro, los avances tecnológicos no requieran de nuestra inteligencia y experiencia. Qué seamos incapaces de aplicar tecnología inversa siquiera para entender su propio funcionamiento. Es el gran miedo de las inteligencias artificiales y su probable "libre albedrío" .
De hecho, en la última década el ser humano ha puesto mucho empeño en recrear un uso de la tecnología que no requiera de una experiencia y un aprendizaje previos. Los modelos predictivos nos condicionan cada vez más al uso que le damos a la tecnología y también a la asimilación de contenidos, y si no qué lo digan a Nextflix o Spotify con esa selección de recomendados de la que no saldrías nunca.
Y esto si es peligroso, porque al final, sin experiencia y sin conocimiento, la tecnología pasaría a ser: Magia. Ya lo decía Sagan: "Cualquier tecnología suficientemente avanzada es indistinguible de la magia", refiriéndose a una tecnología extraterrestre, pero perfectamente aplicable a la ignorancia tecnológica y al "olvido" tecnológico.
Hace un siglo el éxito de una sociedad era que sus miembros tuvieran un acceso a la cultura que les permitiera entender y cuestionar su entorno para tener miembros más cualificados y productivos, ahora mismo el éxito consiste en conseguir esto último sin necesidad de que la gran mayoría entienda ni cuestione los medios.
¿Qué se corre el riesgo de perder parte de estos conocimientos qué nos han traído hasta aquí? Es probable, y además no sería la primera vez ni la última. La caída del Imperio Romano supuso cientos de años de atrasos tecnológicos y sociales. No obstante, y recurriendo a la premisa con la que iniciaba esta "chapa", no volveríamos nunca a cero, al menos en este caso.