Convirtamos esto en Trend Topic:
Esto sale ahora para la Comunidad de Madrid, alguno encontraré interesado...
He presentado una reclamación en el centro de Salud María Auxiliadora, también una denuncia en Comisaría y no voy a parar (removiendo Roma con Santiago e implicando medios) hasta que se me haga justicia.
Necesito hablar con un responsable, no colegiado, no cómplice no corporativizado de atención al ciudadano o , mejor, con algún responsable político de mediano a alto para exponer el atropello enmascarado en agresión a una médico que he sudrido hoy.
Los Hospitales se están convirtiendo en escenarios pancartiles y panfletarios con el lema la sanidad no se vende, que no es que quiera yo que se venda; sino que se vende, que es lo que yo quisiera que hicieran los que han de sanar: vendar, en algunso casos las manos antes de dejarles campar por sus respetos en mis centros de salud, míos que soy ciudadano.
En estos centros de salud hay enquistados tarambanas que arrastras su desplazamiento y su mediocridad y se amparan en hacer la guera por su cuenta .
Así es el caso de la médico (dudo que doctora) XXXXXXXXXXXXXXXXXXXX de este centro; pero muchísimo más grave la del director del mismo XXXXXXXXXXXXXX
A requerimiento de un responsable les haré llegar las Tésis -soflama contra la petición de recetas fuera de cita de esta señora, que no se si por azar, adrede o porque es la nueva médico que la mala fortuna me ha adjudicado me ha tocado en desgracia: un panfleto en el que se anunciaba (para mi temor) que ahí estaba una atrincherada del aforamiento, una valedora de lo personal, una persona acomplejada y crispada (tampoco es de extrañar, visto lo visto) que antepone su cruzada fofa al servicio al ciudadano y /o contribuyente.
Entre llamadas cabales y lógicas a las dolencias de otros que están antes (que deben ser los agraciados por una cita) en un ambiente que hace sospechar y mucho que en ese centro se han juramentado para obstaculizar los servicios con el pretexto de que ahora son pocos para mucho paciente , no lo serán por mí ,impaciente y urgente y, desde luego, poco dispuesto a avasallamientos ya sean revestidos de moralina salchichera o de complicidades (que jamás encontrarán) con funcionarios conculcados o, supuestamente vejados, como mucho serán agraviados, eso puede.
Ese texto admonitorio y aterrador, capaz de acojonar la conciencia de un todoterreno como yo, no debe exhibirse en un local público, como tantas otras proclamas.
Sí, ya me había encendido, sí ,ya quería pedir un cambio de médico.
Como quiera que fuera y, como yo iba fuera de cita porque me urgían varios medicamentos ya que se me va a extarer todos los dientes superiores y alguno inferior para colocar una prótesis, (Augmentine, Omeprazol, Clorexidina, Omeprazol), iba sólo atener que pedirle unas recetas, al ogro...
Ahí estaba ella, con su faz descompuesta, con su apariencia desgraciada y, cono lo que la inculpa y viene al caso; con su soberbia más propia de médicos de otras épocas, aquellos que eran fuerza viva y que recibían aves de corral y lechones de parte del populacho.
"Es Vd el que viene fuera de cita", con toniquete despectivo y buscando pelea"--
Yo, que soy tan vehemente como el que más y tan encendido e implacable como el que quiera compararse, aun me contuve un poco;- bueno, sí, he venido a buscar unos antibióticos que me urgen.
¿"Que le urgen,? no hay medicamento que urja", se ha jactado la ogro...
Respuesta mía: -sí ya he visto las tesis que ha colocado en la puerta de este despacho...
Encendida la cara y los ojos inyectados en sangre, me espeta: "no me gusta el tono que emplea", a lo cual, con la desvergüenza y celeridad que me caracteriza, y haciendo honor a la regola y el canon, he respondido: -y a mí tampoco su cara (ya fuera su faz, su rictus, su semblante o cualquier sinónimo o atributo que quepa en la palabra cara).
Me ha casi empujado (traspasando la distancia social de confianza y cogiéndome, vehemente, el brazo) me ha dicho que saliera de inmediato de su despacho y que iba a llamar a la policía, sin haber ninguna provocación, insulto grave o leve ni, muchísimo menos amenazas o violencia (a no ser argumental o, más bien, retórica) de mi parte.
En la puerta, otros funcionarios estratégicos (para la seguridad o la vida); pero que siguen cumpliendo sus encomiendas..., dos policías hacían una inspección de explosivos, me han aconsejado, bien, mejor que los médicos que ahí están, que ahí pacen: que presentara una reclamación por escrito; en ese brete han aparecido dos policías más que pensaban que iban a encontrar a un agresor de médicos (el nuevo cuento chino en el que por unos pocos casos desgraciados, sin duda, muchos vagos van a ser o han sido investidos de una autoritas que no merecen. Ya han visto que no había efectos, que no había más que dignidad, de mi parte, claro.
Pero lo peor ha sido el director de ese centro, un hombrecito falto de arrestos y con nula capacidad de mediación, sólo capaz de abdicar a la soflama de la fea (en lo moral, que ella reclamaba como causa en su panfleto parietal) y de ceder al corporativismo, de este tipo de gente que incendian en vez de sofocar, los incendios menores, de puro mediocre; XXXXXXXXXXXXXXXXX, a la sazón director, la vergüenza de los que que han jurado por Hipócrates, el que me ha dicho que ahí no se me atendía, como si fuera pegando a médicos, el que me ha denegado si no soporte vital; sí unas recetas importantes, el que ha hecho valer su mando (escaso, tembloroso) a los dos celadores advirtiéndoles con dureza que no me atendieran bajo ningún conceoto.
Los policías que iban a detener por maltratador de médicos, ya han podido advertir que lo único que maltrato es a vagos y a idiotas, y lo hago con argumento e invectivas no con golpes, me han recomendado que fuera a mi hospital de referencia, a Urgencias, algo que ha reiterado con desenfoque quien me ha atendido en el 112. Allí, a la clínica de la concepción he ido, con la vergüenza de interferir en un servicio dedicado para salvar vidas en accidentes o causas de salud sobrevenidas, ahí se los he explicado a dos médicas, que alucinado ante tanto disparate (tanto la afirmación para convertir en Trend topic de al médica agraviada no hay medicamento que urja, como el del petimetre que me ha negado asistencia, han llamado al centro reconviniéndoles de que no podían hacer lo que hacía y siendo respondidos con que ya me iban a buscar un centro...Me han resumido con que me comprara los medicamentos, que me firmaban lo que necesitase, que en urgencias sólo me podían dar una dosis o dos, que no tenían recetas.
Después he ido, antes de convertir esto en una acusación pública y ejemplar, a la comisaría de Rey Francisco, donde he sido saludado con aprecio por los policías que había ido a salvar a estos sus personajes de mi furia desbocada.
Espero que siga dirigiendo el director el Centro de las Islas Aleutianas; pero no el distrito cercano a Puerta de Hierro, el de las propias islas de Pacífico norte, la otra su jubilación, hará mejor labor.
Sólo voy a proponer una interpretación, la de mi mujer, funcionaria de rango y a la vanguardia en proyectos de esa Comunidad Autónoma de Madrid, me ha dicho, al leer la denuncia en comisaría : ¿no dejarás esto en sólo esta denuncia?
Fdo. Carmelo Peciña Ruiz