"La cafeína es un ejemplo, pero existen otros reales que hacen que la parodia del coche se quede corta: diluciones de Muro de Berlín para luchar contra las sensaciones de opresión, separación y aislamiento; de radiación de teléfono móvil para paliar el (inexistente) daño de las ondas que emiten estos aparatos; de TNT (explosivo) contra la tos convulsiva; de agua del Amazonas para armonizar los estados emocionales; de caca de perro para tratar gastroenteritis, colitis y diarreas… Y muchas más parecidas que ha recopilado Fernando Frías, fundador del Círculo Escéptico, en su blog La lista de la vergüenza."
Lo que es vergonzoso es utilizar este tipo de argumento para desacreditar a la homeopatía. Bastaría argumentar como aquí se ha hecho, basándose en pruebas científicas y sesudos análisis para lograr el objetivo de hacerlo. Encasillar a todos los médicos homeópatas de acuerdo al párrafo anterior sacado de la nota que publica Undercore, es, digamos lo menos, difamatorio.
Existen en México una clase de homeópata que estudió la carrera de medicina general, si, la del juramento de Hipócrates en la Universidad Autónoma de México o el Instituto Politécnico Nacional. Así que dada su formación académica, dudo mucho que consideren hacer medicamentos con TNT, el muro de Berlín o la caca de perro. Esto un juicio descalificador e injusto que desacredita al descalificador del blog de los escépticos.
Tampoco creo valido que se trate al que busca en la medicina alternativa, específicamente la homeopatía, de ignorante en el sentido de encasillarlos como un solo ente de pensamiento uniforme y que son capaces de creer que la homeopatía podría curar el cáncer o disminuir el tamaño de un tumor, curar una carie, eliminar una hernia hiatal, o cualquier desperfecto mecánico del cuerpo humano. Aunque seguro que de que los hay, los hay.
Considerar la medicina homeopática como solución para un problema de salud específico, no significa que se piense que la medicina homeapática cura todo y que la medicina alopática no funcione. Tampoco implica que debamos creer que todos los consultorios de medicina homeopática están en manos de médicos calificados y con su título correspondiente de las universidades en el área de medicina tradicional. De charlatanes está lleno el planeta.
He estado en el consultorio de una médico homeópata (titulado en medicina general de la UNAM) después de no encontrar solución en la medicina alópata a problemas de infecciones recurrentes y enfermedades de la vías respiratorias de mi hijo cuando tenía entre 3 y 4 años.
Antes de esto, fue atendido por su pediatra de cabecera, por especialistas en otorrinolaringología, un par de médicos españoles especialistas en alergología, en el hospital infantil de la ciudad de México para descartar sinusitis, se realizaron exámenes de sangre, caca y orina; radiografía de torax, cultivo orofaringeo y cuanta medre más que ya no recuerdo.
En el caso de los españoles alergólogos, que con su cepillito dejaron la espalda de mi hijo como alfiletero y que dos semanas después del examen nos dieran los resultados que eran: alergia al pasto, a los ácaros, al polvo, a las plantas, a la humedad, a los animales con pelo, a los juguetes de peluche y a casi todo aquello conocido y por conocer, nos indicaron que debíamos mandar a hacer la vacuna a España y aplicarla cada 15 días (creo) con el módico costo de 200 dólares cada vez. Según ellos los resultados los veríamos seis meses después. Por supuesto pasaron los 6 meses y mi hijo seguía exactamente igual.
Me recomendaron un médico homeópata y con bastante escepticismo lo fuimos a ver. Nos pidió que quitáramos todos los antibióticos, los demás medicamentos y dejáramos el tratamiento de los alergólogos ya que le parecía que en una ciudad como la de México, llena de polvo, contaminación y demás porquerías, sería extraordinario que fuera a funcionar la terapia.
Para no hacer largo el cuento les comento que un mes después de tratamiento homeopático y año y medio de padecimientos del pobre chamaco, todo se solucionó.
No puedo asegurar que pasó, solo pongo sobre la mesa el problema, su tratamiento y la solución.
También debo comentar que para cualquier enfermedad acudimos regularmente a un médico internista en el que confío por sus conocimientos y tratamientos. Los resultados los respaldan.
Cuando aquí se habla de los usuarios de la homeopatía se les encasilla como si estos no tuvieran la capacidad de discernir entre cual es el camino para tener el tratamiento adecuado frente a las enfermedades. Como si solo creyéramos en supercherías y estuviéramos casados con la medicina homeopática. Y por eso les digo, en mi caso es todo lo contrario.
Leo que el argumento principal para explicar el buen funcionamiento de la medicina homeopática en casos de experiencias de algunos individuos, es el efecto placebo. Pues de acuerdo.
¿No creen ustedes que deberían utilizarlo mas seguido en enfermedades no graves y aprovecharla para no meter en el cuerpo del paciente sustancias que dañan los riñones, hígado, etc.?